Únete a un grupo pequeño para un tour nocturno por el Centro de San Miguel de Allende, probando cinco platillos en restaurantes premiados, con historias de chefs locales y la guía Rosa. Risas con mole, momentos tranquilos bajo faroles y la sensación real de ser parte del corazón de la ciudad.
Todo comenzó cuando nuestra guía, Rosa, nos llamó cerca de la Parroquia — tenía esa manera sencilla de hacerte sentir como si la conocieras de toda la vida. Me dio una tortilla pequeñita con algo ahumado y verde encima (aún no sé qué salsa era, solo sé que dejaba un cosquilleo), y ahí estábamos, en pleno Centro de San Miguel de Allende, viendo pasar a la gente mientras caía la noche. Alguien tocaba la guitarra cerca, no para nosotros, creo que solo para sí mismo. Era como si la ciudad nos estuviera dejando entrar en sus secretos.
De un lugar a otro caminamos — cinco paradas en total — y cada sitio tenía su propia historia. En uno, el chef salió a contarnos cómo consigue sus chiles de una señora que lleva décadas vendiendo en el mercado de los martes. Intenté agradecerle en español y seguro que metí la pata con los verbos; él solo sonrió y me pasó un plato de mole tan intenso que casi quería lamerlo (no lo hice, pero casi). La palabra clave aquí es tour nocturno gastronómico San Miguel de Allende, pero en realidad se sentía más como ser invitado a la cocina de alguien que un tour común.
No esperaba llenarme en un tour a pie, pero para la tercera degustación ya iba más despacio. Hubo un momento frente a un edificio antiguo de piedra — Rosa nos dijo que antes era una casa familiar y luego un banco — donde todos nos apoyamos en la pared y dejamos que la comida se asentara. El aire olía a maíz asado y a algo dulce que venía de una panadería cercana. Alguien preguntó por las bodas en la Parroquia (¡más de 700 al año!), y me reí porque ya habíamos visto tres novias esa misma noche.
Al final, no sabía qué me había gustado más: conocer a los chefs locales o escuchar a Rosa contar cómo fue crecer aquí (“las piedras son una tortura para los tobillos,” decía). Al volver por esas calles iluminadas con faroles tras el último bocado — un postre cítrico — me di cuenta de que hacía horas que no pensaba en el teléfono. Así que sí, si buscas una experiencia gastronómica de día desde San Miguel de Allende que se sienta auténtica y sin poses, esta es. Y todavía sueño con ese mole.
El tour dura aproximadamente 3 horas.
Sí, hay opciones vegetarianas si las pides al reservar.
No, no incluye recogida; el punto de encuentro es en el Centro.
El tour incluye cinco paradas diferentes para degustar.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de encuentro.
La edad mínima es 18 años.
El tour es apto para todos los niveles físicos.
Por favor, informa cualquier necesidad dietética al reservar para que puedan adaptarse.
Tu noche incluye cinco degustaciones seleccionadas por chefs en restaurantes premiados del centro histórico de San Miguel de Allende, guiado por un experto local que comparte historias durante el recorrido. Toda la comida está incluida — suficiente para la cena — y hay opciones vegetarianas si lo solicitas al reservar.
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