Recorrerás el mercado local de Puerto Vallarta junto al chef Manu, probando tortillas frescas y eligiendo ingredientes a su lado. En su cocina casera aprenderás técnicas prácticas para preparar platillos mexicanos clásicos, y luego compartirán el almuerzo con bebidas frías. Risas, historias reales y sabores que recordarás mucho después de irte.
Nos refugiamos bajo el desgastado toldo del Mercado Cinco de Diciembre justo cuando el calor de la mañana empezaba a apretar. Manu ya nos saludaba con una sonrisa de oreja a oreja, como si nos hubiera estado esperando toda la semana. Nos llevó directo al bullicio de los puestos de fruta y las charlas animadas — podía oler el cilantro antes de verlo. En un momento se detuvo a saludar al dueño de una tortillería (se chocaron los puños, lo que me sacó una sonrisa), y luego nos pasó una tortilla calientita recién salida del comal. Tenía una textura masticable y un dulzor casi inesperado — nada que ver con las que compro en casa.
Intenté pedir queso panela en la carnicería, pero mi español se enredó y Manu intervino con una risa. “No te preocupes,” dijo, “aquí todos saben a lo que te refieres.” Elegimos camarones para el ceviche, limones con un aroma más intenso de lo habitual, y luego nos apretujamos en su coche para el corto trayecto a su casa. Su cocina es pequeña pero luminosa — azulejos azules, luz natural sobre la encimera, y el perro de Manu husmeando entre nuestros pies (quiso encerrarlo, pero la verdad me gustó tenerlo cerca). El ventilador zumbaba mientras picábamos cebolla y tratábamos de no llorar.
No esperaba disfrutar tanto cocinar — normalmente solo sigo recetas en el móvil. Pero Manu nos enseñó a tostar chiles hasta que estallaban, a probar la sal con la yema de los dedos. Contó historias sobre el mole de su abuela y por qué ahora le pone mango a su salsa (“no es tradicional,” se encogió de hombros). Cuando terminamos, nos sentamos juntos a la mesa — ceviche con sabor a limón y brisa marina, enchiladas tan suaves que se cortaban con tenedor. También había cerveza fría. Todo se sintió menos como una clase y más como pasar el rato con alguien que realmente ama la comida.
De vez en cuando todavía recuerdo ese primer bocado de ceviche — brillante, salado y a la vez nuevo. Si buscas una clase de cocina privada en Puerto Vallarta que se sienta auténtica (nada montada), esta es la opción. Solo practica un poco los números en español si quieres pedir tortillas extra.
La experiencia suele durar varias horas, incluyendo la compra en el Mercado Cinco de Diciembre, el corto traslado de 8 minutos a la casa de Manu, el tiempo de cocina y disfrutar juntos el almuerzo.
No, no incluye recogida en hotel; el punto de encuentro es directamente en el Mercado Cinco de Diciembre con Manu.
Sí, hay opciones vegetarianas si se avisa con anticipación; informa a Manu sobre cualquier requerimiento al reservar.
Pueden hacer ceviche con mariscos frescos, enchiladas de queso panela o camarones/pulpo/ champiñones al ajillo, según preferencias.
No, es una experiencia informal centrada en compartir cultura y gastronomía en casa de Manu, no una formación formal.
Sí, bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante la visita al mercado.
La experiencia incluye cerveza local o vino servidos con el almuerzo en casa de Manu.
El tour finaliza en la casa de Manu después de compartir el almuerzo.
Tu día incluye un recorrido privado guiado por el Mercado Cinco de Diciembre con el chef Manu como anfitrión; compra de ingredientes frescos en puestos de confianza; traslado de 8 minutos a su casa en el centro de Puerto Vallarta; clase práctica para preparar tres platillos mexicanos; y almuerzo con cerveza o vino local antes de despedirte en casa de Manu.
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