Pedalea por las calles vibrantes de Puerto Vallarta al atardecer con un guía local, deteniéndote a probar seis tipos de tacos (marlín, asada, pastor), cócteles de mezcal en bares secretos y churros frescos. En el camino verás lugares como El Malecón y la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, y vivirás sabores e historias que no olvidarás.
“Un buen taco no se apura,” sonrió nuestro guía Marco mientras me entregaba un taco de marlín envuelto en papel grasoso. Apenas había recuperado el aliento tras el último tramo por El Malecón — la brisa de la bahía era salada y cálida, mezclándose con el aroma de carne a la parrilla y algo dulce que al principio no supe identificar (luego descubrí que era tejuino). Empezamos justo antes del atardecer, las bicicletas sonando sobre los adoquines mientras Marco señalaba la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe. Nos contó que su abuela aún enciende velas ahí cada domingo. Eso me gustó mucho.
Confieso que me daba un poco de miedo andar en bici de noche por Puerto Vallarta — pero en realidad se sentía más como unirse a una fiesta callejera en movimiento que algo peligroso. Los locales saludaban o nos gritaban mientras pasábamos; un vendedor de elote nos hizo un gesto de aprobación. Las luces de la ciudad se encendían mientras hacíamos fila para unos tacos al pastor (el trompo brillaba en naranja, hipnótico). Marco nos hacía reír, sobre todo cuando intentó enseñarme a pronunciar “raicilla” bien. Fracasé, pero él se rió igual.
El bar de mezcal estaba escondido tras una puerta sin señalizar; adentro olía a cáscara de cítrico y humo. Tomamos pequeños cócteles (no muy fuertes, por suerte — los sirven con pausa) y probamos churros bañados en chocolate que dejaron polvo de azúcar en mis dedos. Hubo un momento afuera de la cervecería donde todo pareció detenerse: música lejana, bicicletas apoyadas en la pared, todos en silencio por un segundo salvo por una risa suave. Todavía recuerdo esa vista hacia la torre de la iglesia iluminada contra el cielo.
El recorrido dura aproximadamente 3 horas de principio a fin.
Sí, recibirás cuatro cócteles moderados repartidos en tres paradas.
Probarás seis degustaciones: tacos de asada, marlín, elote con panceta, pastor, churros y tejuino.
Sí, un guía local acompaña al grupo durante toda la noche.
Se recomienda tener una condición física moderada para pedalear por la ciudad.
No incluye recogida en hotel; hay opciones de transporte público cercanas.
Sí, en tres lugares, pero las porciones son moderadas y están espaciadas para mayor seguridad.
Pasarás por El Malecón y visitarás la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe durante el recorrido.
Tu noche incluye el uso de una bicicleta para recorrer las calles de Puerto Vallarta con un guía local, seis degustaciones diferentes (desde tacos de mariscos con jalapeño hasta churros), además de cuatro cócteles con mezcal y raicilla, todo distribuido de forma segura en tres horas antes de regresar al punto de inicio.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?