Recorre tres mercados vibrantes de Oaxaca con un guía local, probando más de 24 platillos tradicionales — desde carnes asadas con sabor ahumado hasta dulce chocolate de agua e incluso chapulines crujientes si te atreves. Ríe en mesas llenas de vida, descubre historias detrás de cada bocado y lleva contigo una experiencia que perdura.
Comenzamos a recorrer las calles antiguas de Oaxaca justo cuando la ciudad despertaba — una ligera neblina en el aire, ese aroma a maíz y café que venía de algún lugar cercano. Betsaida nos recibió afuera del primer mercado con una sonrisa sencilla, y recuerdo pensar que parecía conocer a cada persona que pasaba. La caminata no fue larga — quizá una milla en total — pero nos detuvimos tantas veces que el tiempo parecía estirarse entre bocados y relatos.
Dentro del Mercado Benito Juárez, el ruido y la luz eran intensos, todos gritando precios o riendo por algo que no alcanzaba a entender. Betsaida me dio una taza caliente de chocolate de agua (me contó que su abuela lo prepara así), y traté de beber sin quemarme la lengua. Tenía un sabor terroso, nada dulce como el chocolate de casa. Probamos carnes asadas con una salsa ahumada que me hizo cosquillas en los labios, luego unos tacos rellenos de flor de calabaza, más suaves de lo que esperaba. Alguien ofreció chapulines en una servilleta; dudé, pero probé uno — salado, crujiente, mucho menos raro de lo que imaginaba.
El segundo mercado era más tranquilo pero lleno de aromas distintos — fruta madura, atole burbujeando detrás de un puesto. En un momento Betsaida explicó que el maíz es prácticamente todo aquí; señaló tortillas apiladas junto a montones de queso oaxaqueño. Probamos un postre hecho con fruta local — ya no recuerdo el nombre — pero tenía un sabor casi floral. También hubo mezcal (claro), fuerte y ahumado; Li se rió cuando intenté decir “salud” en zapoteco. Seguro lo dije fatal.
No esperaba sentirme tan lleno ni tan bien recibido al final de este tour gastronómico en Oaxaca. No se trata solo de comer (aunque comerás mucho); es escuchar por qué estos alimentos son importantes, ver a la gente saludarse como familia entre pasillos abarrotados. Incluso horas después, caminando de regreso junto al último puesto donde alguien seguía asando carne sobre brasas, seguía pensando en ese primer sorbo de chocolate de agua — simple, pero inolvidable.
El tour dura aproximadamente 6 horas.
Probarás más de 24 platillos y bebidas típicas de Oaxaca durante el recorrido.
Sí, se pueden adaptar opciones vegetarianas si lo avisas al reservar.
No, el transporte hacia y desde el punto de encuentro no está incluido.
Visitarás tres mercados principales de Oaxaca y dos puestos de comida callejera.
Sí, todas las comidas y bebidas (incluyendo mezcal) están incluidas en el precio.
Se recorren cerca de 1.6 km, con algunas subidas y escaleras.
Sí, se pueden atender alergias o restricciones si se avisa al reservar.
Tu día incluye todas las degustaciones (más de 24 platillos), bebidas como mezcal y chocolate de agua, almuerzo en varios puntos de tres mercados principales y dos puestos callejeros, además de las historias de tu guía local durante las seis horas de experiencia. Solo tienes que llegar al centro de Oaxaca — no se necesita transporte — y venir con hambre de sabores y charlas.
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