Únete a Minerva en Oaxaca para una clase de cocina auténtica: comienza con un paseo por el mercado local para elegir ingredientes frescos, luego aprende a hacer mole o tamales a mano sobre su estufa de leña. Prueba botanas como quesillo y chapulines, comparte historias con su familia y termina con mezcal y postre casero bajo el cielo abierto.
Para ser sincero, casi me echo para atrás cuando vi lo lejos que quedaba la casa de Minerva desde el centro de Oaxaca. Pero su sobrino nos recibió en la calle con una sonrisa y una canasta de pan. El aire olía a leña y a algo dulce que no supe identificar. Empezamos en el mercado (nada turístico, parecía que todos se conocían) y Minerva me mostró los chiles chilhuacle, que ni siquiera había oído nombrar. Me dejó elegir qué mole íbamos a preparar, pero me advirtió: “El mole negro pide paciencia.” Mi español no es perfecto, pero a ella no le importó. Nos reímos mucho intentando pronunciar “chapulines”, que saben mucho mejor de lo que esperaba.
Ya en su casa, todo se volvió más tranquilo. Su cocina está al aire libre, solo un comal de barro y una estufa de leña, con gallinas paseando por ahí. Molimos las especias a mano mientras su hija nos ofrecía agua de fruta y quesillo. Hacer tortillas con nixtamal fue más difícil de lo que parece en YouTube; la primera me quedó como un mapa de México, pero a nadie le importó. El aroma de los jitomates asándose se mezclaba con el humo, y Minerva me enseñó a usar el molcajete para la salsa. En un momento se sentó a mi lado y me contó historias de su mamá enseñándole estas recetas — no esperaba sentirme tan bienvenida.
La comida fue ruidosa y desordenada, pero en el mejor sentido. Comimos lo que cocinamos (elegí mole negro, con un sabor profundo y único), bebimos mezcal y probamos plátanos asados de postre. Aquí no hay prisa; comes hasta estar lleno o simplemente satisfecho. Al irnos, Minerva nos empacó tortillas para llevar. A veces todavía recuerdo esa tarde — cómo las cosas simples se vuelven especiales cuando alguien las comparte así.
Sí, hay opciones vegetarianas y veganas disponibles; solo avisa al reservar.
No, no se requiere experiencia; Minerva enseña paso a paso de forma muy relajada.
El recorrido es por el mercado local más grande de Oaxaca, nada turístico, donde la gente del lugar compra ingredientes frescos.
Puedes elegir entre varios moles (como el mole negro), tamales o platillos oaxaqueños de temporada según tu gusto.
Se proporciona transporte en vehículo con aire acondicionado entre los puntos.
Sí, tendrás aguas frescas locales mientras cocinas y un cóctel de mezcal con la comida.
Sí, se aceptan bebés y niños pequeños; también se permiten cochecitos.
Tu día incluye recogida en vehículo con aire acondicionado en Oaxaca, paseo guiado por el mercado local no turístico para elegir juntos ingredientes frescos, toda la clase práctica en la cocina al aire libre de Minerva (con opciones vegetarianas o veganas), aguas frescas de temporada durante la clase, botanas como quesillo y chapulines mientras cocinas, comida con tu platillo hecho a mano y cóctel de mezcal, postre tradicional con frutas o dulces locales, y podrás llevarte a casa las tortillas o antojitos que preparen antes de regresar.
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