Camina por la selva cerca de Huatulco hasta las Cascadas Copalitilla, nada en pozas cristalinas junto a los locales y disfruta un almuerzo tradicional con tortillas hechas a mano y platillos regionales cocinados a leña. Con transporte incluido y guía local, vivirás aventura y calidez en cada paso.
“Aquí es donde el río ríe,” dijo nuestro chofer Armando, sonriendo mientras avanzábamos por el último tramo rumbo a San Miguel del Puerto. Al principio no entendí, pero al bajar del coche el aire estaba cargado de ese olor verde y vivo, y se escuchaba el agua caer en algún lugar abajo. El viaje desde Huatulco duró poco menos de dos horas, serpenteando por la Sierra Madre del Sur. No dejaba de mirar cómo las nubes se enganchaban en las colinas. El grupo estaba entre dormilón y emocionado, y alguien tenía una cumbia sonando bajito en el fondo.
La caminata no fue larga — ¿unos veinte minutos? — pero se sentía como entrar a otro mundo. Nuestra guía, Marisol, nos señaló orquídeas silvestres aferradas a los troncos. Nos enseñó a reconocer plantas de café (nunca las había visto tan de cerca; las hojas son como de cera). En algunos tramos la luz del sol se colaba en las telarañas arriba y por un instante parecía que todo estaba cubierto de hilos de plata. Al llegar a las Cascadas Copalitilla, me quedé un momento quieto tratando de absorber todo — esas pozas transparentes unas encima de otras, el agua tan fría que al principio me dolían los pies. Los niños del pueblo ya chapoteaban y se gritaban en español.
Me animé a lanzarme a una de las pozas profundas (nada elegante), y Marisol se rió — “¡Valiente!” me dijo. Después de nadar, la seguimos de regreso para almorzar en una cocina al aire libre. Las tortillas aún estaban infladas del comal; se olía el humo de leña mezclado con el café que se preparaba cerca. Arroz con mantequilla, frijoles recién sacados de la olla — comida sencilla pero de las mejores que he probado en México. Hubo un momento tranquilo donde todos comíamos en silencio, escuchando los pájaros y el sonido constante del agua detrás de nosotros.
De vez en cuando recuerdo ese sonido del río cuando el ruido allá en casa se vuelve demasiado. Si buscas una excursión de un día desde Huatulco que sea más que solo paisajes bonitos — algo con gente real y sabores auténticos — esta es la indicada. Y sí, lleva ropa seca si no quieres regresar empapado como yo.
Unos 1 hora y 40 minutos en vehículo desde Huatulco hasta San Miguel del Puerto.
El tour incluye transporte en vehículo con aire acondicionado para recogerte.
La caminata es corta y apta para todos los niveles de condición física.
Sí, hay pozas cristalinas donde los visitantes pueden nadar.
Ofrecen platillos típicos regionales como arroz con mantequilla, tortillas hechas a mano en comal y frijoles de olla.
Sí, un guía local te acompaña durante toda la experiencia.
Podrás probar café orgánico durante la visita a la comunidad.
El tour es ideal para todas las edades y niveles de condición física.
Tu día incluye recogida en vehículo con aire acondicionado desde Huatulco hasta San Miguel del Puerto, caminata guiada por la selva hasta las Cascadas Copalitilla con tiempo para nadar en pozas naturales, y un almuerzo tradicional con tortillas hechas a mano y especialidades regionales antes de regresar.
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