Recorre la Colonia Roma de noche con un guía local experto en taquerías. Manos grasosas, sabores ahumados, mezcal en esquinas llenas de vida y muchas risas con los locales. No es solo comida, es sentir la ciudad después del anochecer.
No esperaba que el primer bocado fuera tan desordenado. El taquero me lo pasó—graso, caliente, con salsa roja goteando—y me quedé un segundo sin saber cómo no hacer el ridículo. Nuestro guía, Diego, sonrió y dijo: “Solo lánzate.” Así lo hice. Hay algo especial en comer en la banqueta de la Colonia Roma por la noche—el ruido del tráfico, el aroma de carne asada y limón por todos lados—que te hace olvidar verte bien. Todavía recuerdo ese primer sabor; carne ahumada, el toque fresco del cilantro, tortillas que casi se deshacen en mis manos.
De un lugar a otro caminamos (Diego los llamó “instituciones”, lo que me sacó una sonrisa), cada sitio más animado que el anterior. En una parada, una mujer detrás del mostrador se burló un poco de mi español—con una sonrisa enorme y corrigiendo mi acento mientras me llenaba el plato de cebolla. Luego llegó el mezcal: vasos pequeños, olor terroso, ese quemón que baja por la garganta. Diego nos contó de dónde venía cada mezcal—principalmente Oaxaca—y cómo su tío lo tomaba directo después de largas jornadas. Intenté beber despacio como nos mostró, pero terminé tosiendo igual.
El paseo entre taquerías fue parte de la magia—Roma es calles arboladas y edificios viejos con pintura descascarada y gente por todos lados. Alguien puso cumbia desde una ventana abierta; pasamos junto a una pareja discutiendo bajito por unos churros. Se sentía como si fuéramos parte de algo más grande que un simple tour de comida en CDMX, de verdad. Al final estaba lleno, pero con ganas de más (no solo de comida… más bien de esa sensación). Y sí—lo haría otra vez solo por las risas cuando por fin logré pedir “pastor” sin arruinarlo del todo.
Sí, todas las zonas y opciones de transporte son accesibles para sillas de ruedas.
No, solo se sirven tacos de carne roja; no hay opciones veganas.
La experiencia dura aproximadamente 3 horas.
Sí, la cena y bebidas alcohólicas como el mezcal están incluidas.
El recorrido es en la Colonia Roma, Ciudad de México.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de encuentro.
El tour es apto para todos; las bebidas alcohólicas son solo para mayores de 18 años.
Sí, un guía local experto acompaña toda la experiencia.
Tu noche incluye cena con varios tipos de tacos y degustaciones de mezcal en distintos puntos de Colonia Roma, todo guiado por un local que comparte historias y datos curiosos. Las bebidas alcohólicas son para mayores de 18 años; la ruta es accesible para quienes tengan necesidades especiales.
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