Recorre los mercados de Cabo San Lucas con el chef Issi para elegir ingredientes frescos antes de cocinar en su casa platillos auténticos como mole poblano y tortillas hechas a mano. Risas, historias familiares y una comida que sabe a México. Desorden delicioso garantizado.
Lo primero que me llamó la atención fue el aroma: chiles y frutas mezclados con ese aire seco y salado que solo se siente en Cabo San Lucas. El chef Issi nos esperaba justo afuera de su casa en el centro, sonriendo como si ya supiera que nos perderíamos en el laberinto del mercado. Nos guió por pasillos estrechos donde los vendedores gritaban precios (yo entendía más o menos la mitad) y elegimos jitomates aún tibios por el sol. Intenté pronunciar “epazote” para las hierbas—Li se rió cuando traté de decirlo en español, y eso rompió el hielo al instante.
Regresamos cargando las bolsas a la casa de Issi, que se sentía más como visitar a un primo que tomar una clase. Con los delantales puestos, a cada quien le asignaron una tarea: machacar aguacates para el guacamole o moler especias para el mole poblano (que, por cierto, lleva mucho más que solo chocolate y chiles). La cocina se llenó de ese murmullo constante de cuchillos y anécdotas sobre la abuela de Issi haciendo tamales los martes. Hubo un momento en que alguien tiró comino por todos lados y a nadie le importó; solo hizo que oliera aún mejor.
No esperaba hacer tortillas desde cero—es más pegajoso de lo que parece en YouTube—y mi primera tortilla parecía un mapa de Baja California. Pero Issi solo me guiñó un ojo y la puso en el comal sin problema. Preparamos margaritas “al estilo Cookin’ Cabo” (más fuertes de lo que imaginaba), chocamos vasos y probamos todo juntos en una mesa grande que parecía que podría durar toda la tarde. Hasta ahora, sigo pensando en ese sabor ahumado de la salsa y en cómo todos estábamos simplemente felices de estar ahí.
No, pero el punto de encuentro es céntrico en el centro de Cabo San Lucas.
Sí, las clases se adaptan fácilmente a vegetarianos, veganos o dietas sin gluten—solo avísales con anticipación.
La experiencia incluye la visita al mercado, la cocina y la comida; calcula varias horas en total.
No, la clase es práctica y el chef Issi guía paso a paso.
El mole poblano es los lunes; los tamales, los martes; otros días hay platillos diferentes.
¡Sí! Los niños son bienvenidos si van acompañados de un adulto; los bebés pueden ir en carriola.
Sí, las bebidas—incluyendo margaritas al estilo Cookin’ Cabo—están incluidas con la comida.
Tu día incluye encontrarte con el chef Issi en el centro de Cabo para explorar juntos los mercados locales y elegir ingredientes. De regreso en su cocina, recibirás delantal y guía práctica para preparar platillos mexicanos clásicos (con opciones vegetarianas si las necesitas), tortillas y salsas caseras, además de comida y bebidas. Todas las recetas te las llevarás para repetir en casa.
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