Recorre las calles de la medina de Marrakech con un guía local, probando tangia directo de la cazuela de barro, couscous casero servido por Souk Mama y crujientes sfinge recién fritos. Risas, historias que no encontrarás en guías y sabores que se quedan contigo mucho después de dejar esos callejones.
Ya habíamos perdido la cuenta de las esquinas cuando nuestro guía, Youssef, se metió por un callejón iluminado por letreros verdes de farmacia y el zumbido de las motos. El aire olía a comino y carbón — casi tropiezo con un gato que perseguía algo bajo un carrito. Youssef nos sonrió como si conociera cada atajo (y seguro que sí), y justo cuando mi estómago empezó a rugir, paramos en un pequeño local con azulejos para probar la tangia. La cazuela de barro aún estaba caliente por las brasas. Quise decir “bismillah” antes del primer bocado, pero me salió un murmullo; el hombre mayor a mi lado me sonrió igual.
Después seguimos entre rincones de ruido y silencio — un momento esquivando niños que jugaban al fútbol con una botella de plástico, al siguiente en calma junto al mercado de especias. No esperaba que el couscous supiera tan distinto aquí; esponjoso pero con un toque terroso, y la propia Souk Mama nos lo sirvió. Se rió cuando pedí repetir (supongo que es lo normal). En algún momento probamos el mechoui —cordero cocido lento que se deshacía, comido con las manos porque el tenedor no encajaba.
Cuando llegamos al puesto de sfinge (los donuts marroquíes), tenía las manos pegajosas de miel y azúcar que se había pegado a la manga de mi camisa. Todo pareció ralentizarse: los tenderos cerrando, el llamado a la oración rebotando en las paredes rosas, alguien sirviendo té de menta detrás de nosotros. Fue entonces cuando entendí cuánto se puede sentir en solo unas horas aquí — no solo lleno, sino despierto por dentro. Aún recuerdo ese paseo bajo las luces de la medina.
El tour es por la tarde-noche y dura varias horas mientras recorres diferentes zonas de la medina.
Probarás tangia, mechoui (cordero), couscous casero en casa de Souk Mama, snacks a la brasa, sfinge y otros dulces marroquíes.
El tour se adapta a diferentes necesidades dietéticas si se avisa con anticipación.
Incluye todas las comidas y bebidas que forman parte del recorrido.
Los grupos son pequeños para que todos puedan disfrutar y participar cómodamente.
No se menciona recogida en hotel; los participantes se reúnen en o cerca de la medina para empezar el tour a pie.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse; se permiten cochecitos y carriolas.
Sí, el guía hablará inglés durante toda la experiencia.
Tu noche incluye todas las comidas callejeras mencionadas: cena de tangia en cazuelas de barro, bocados de mechoui, couscous casero en casa de Souk Mama, snacks a la brasa, dulces marroquíes como el sfinge, y bebidas para compartir mientras recorres la medina con tu guía local en inglés antes de regresar caminando bajo las luces de la ciudad.
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