Si quieres vivir la auténtica costa marroquí—mariscos frescos, mercados vibrantes y brisa marina—esta excursión a Essaouira es para ti. Conocerás a gente local, descubrirás el aceite de argán en su origen y pasearás por calles llenas de historia con tiempo para disfrutar cada momento.
El minibús salió de Marrakech justo cuando la ciudad despertaba—el aire fresco aún con ese aroma suave a té de menta que venía de los cafés en la calle. Nuestro conductor, Youssef, animaba el viaje con historias sobre los pueblos bereberes que íbamos dejando atrás. A mitad de camino a Essaouira, paramos en una cooperativa de mujeres que producen aceite de argán. El sonido de las piedras moliendo llenaba el lugar mientras Fatima, una de las trabajadoras, nos dejó probar un poco de aceite recién hecho—con un sabor a nuez y tierra, nada que ver con lo que encuentras en casa.
Antes de ver el mar, Essaouira te recibe con el olor salado y el canto de las gaviotas. En el puerto pesquero, los barcos azules se mecían al ritmo del agua mientras los pescadores regateaban por montones de sardinas plateadas. Todo está animado pero sin prisas—solo gente local en su día a día. Nuestro guía nos llevó entre redes apiladas y nos señaló el lugar donde grabaron una escena de Juego de Tronos (si no, me lo habría perdido). La comida fue sencilla: pescado a la parrilla recién sacado del mar en un pequeño local junto a la Plaza Moulay Hassan. Sin carta, solo señalas y disfrutas.
Después subimos a la Skala de la Ville. Los cañones alineados en las murallas de piedra ofrecen vistas al mar rompiendo contra las rocas y a niños jugando al fútbol en la arena. Las callejuelas de la medina están llenas de artesanos de la madera y gatos tomando el sol. Compré una caja tallada en madera de thuya de un hombre llamado Ahmed, que lleva décadas aquí—me contó que cada pieza tiene su propia historia.
No, la comida no está incluida, pero en el puerto hay muchos lugares donde puedes elegir pescado fresco o probar otros platos marroquíes.
El trayecto suele durar unas 2,5 horas en cada dirección, dependiendo del tráfico y las paradas que se hagan.
¡Sí! Los niños son bienvenidos siempre que vayan acompañados por un adulto, y si hace falta, hay asientos para bebés disponibles.
Incluye transporte ida y vuelta en minibús con aire acondicionado, recogida y regreso a tu hotel o riad en Marrakech. Visitarás una auténtica cooperativa de aceite de argán y contarás con un conductor amable que se encargará de todo para que solo disfrutes tu día.
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