Recorrerás el famoso barrio Nada Gogo de Kobe con un guía local, probando sake directo de cervecerías históricas y entendiendo por qué el agua es tan importante aquí. Si tienes suerte, probarás tofu fresco, explorarás los pasillos de madera del Museo Hakutsuru y compartirás risas con quienes aman su oficio. No es solo información, es sentirte parte de algo local.
Lo primero que noté fue ese aire en Nada Gogo con un aroma dulce y suave, casi a arroz, pero más cálido. Nuestra guía, Yuki, nos llamó con una sonrisa frente a Fukuju. Nos habló del “agua blanda” como el alma del sake de Kobe, y yo intentaba asentir como si entendiera (pero no del todo). Dentro, se escuchaba el zumbido bajo de las máquinas y alguien canturreando detrás de una puerta — parecía más la cocina de una familia que una fábrica. Probamos nuestro primer sake ahí mismo; era suave y con un toque afrutado. No sé si capté ese “arte delicado” que mencionaba Yuki, pero me sacó una sonrisa.
Seguimos calle abajo hasta una tienda de tofu escondida entre dos cervecerías antiguas. El dueño nos ofreció ganmodoki caliente, aún humeante, y nos explicó cómo el agua pura une el tofu y el sake en Kobe. Intenté repetir el nombre en japonés; él se rió tanto que casi se le cae la bandeja. Ese momento pequeño se quedó conmigo más que cualquier nota de cata. Luego fuimos al Museo de la Cervecería Hakutsuru, que es más grande de lo que esperaba. El suelo crujía bajo los pies, había herramientas antiguas por todos lados y videos mostrando a los maestros cerveceros trabajando hace décadas. Al final, puedes probar varios sakes (me gustó uno con sabor a melón), pero lo que más me llegó fue escuchar a Yuki contar historias de su abuelo trabajando allí.
La última parada fue otra cervecería que usa el método tradicional kimoto — con barriles de madera y herramientas antiguas a la vista. Todo estaba en calma, solo se oían pájaros a lo lejos y un cervecero que nos saludó con un gesto al pasar. Probamos su sake frente a un pequeño jardín mientras la luz del sol se colaba entre hojas de arce. No sé si fue el sake o el ambiente, pero todo se sentía más suave. El día transcurrió más lento de lo habitual — y para bien.
Unos 30 minutos desde Osaka (Umeda) o 40 minutos desde Osaka (Namba) en transporte público.
Sí, todas las áreas y opciones de transporte son accesibles; avisa al reservar si usas silla de ruedas o cochecito.
No, no se recomienda para menores de 19 años.
No incluye almuerzo, pero si la tienda está abierta podrás probar tofu fresco o ganmodoki.
Normalmente se visita Fukuju (Kobe Shushinkan), el Museo Hakutsuru y otra cervecería que usa el método kimoto; las paradas pueden cambiar por cierres.
Sí, todas las catas de sake (valoradas en ¥2,000) están incluidas en la reserva.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
Tu día incluye visitas guiadas a varias cervecerías históricas de sake en el distrito Nada Gogo de Kobe con todas las catas incluidas (valoradas en ¥2,000), entrada al Museo Hakutsuru donde podrás probar diferentes sakes y comprar recuerdos, además de degustaciones de tofu fresco cuando estén disponibles, todo acompañado por un guía local que comparte historias en el camino.
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