Practicarás yoga con profesores certificados en el centro histórico de Lecce, dentro de un palacio lleno de calma. Es un espacio acogedor para recargar energías y comenzar bien el día—aunque solo estés de visita.
Lo primero que noté al entrar en Yogalab fue el silencio—como si la ciudad exterior hubiera pulsado pausa. El estudio está justo en el corazón del casco antiguo de Lecce, escondido dentro del Palazzo Sambiasi. Incluso antes de empezar, se podía sentir cómo la antigua piedra conservaba el frescor de la noche anterior. Un leve aroma a incienso y café recién hecho se colaba desde una cafetería cercana—creo que era el Bar Avio—justo a la vuelta de la esquina.
Nuestra profesora, Giulia, nos recibió con una sonrisa y alternaba con naturalidad entre italiano e inglés mientras la gente iba llegando. Las esterillas ya estaban colocadas (no hace falta traer la tuya), junto con bloques y cintas para quien los necesitara. Había personas de todas partes—algunos habituales, otros viajeros de paso. La sesión duró alrededor de una hora; fluimos suavemente entre Hatha y Vinyasa. Giulia vigilaba la postura de todos sin que la clase se sintiera rígida o formal. Al final, me sentí más ligero—como si mi mente finalmente hubiera alcanzado a mi cuerpo.
¡Para nada! Yogalab proporciona esterillas, bloques y cintas.
Sí—ofrecen diferentes estilos y se adaptan a todos los niveles. Solo avisa a tu profesora si es tu primera vez.
Sí, las sesiones se realizan tanto en italiano como en inglés según quién asista.
Los bebés o niños pequeños pueden quedarse en el cochecito durante la clase si es necesario.
Tu plaza incluye el uso de esterillas, bloques y cintas—solo trae ropa cómoda y a ti mismo.
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