Seguirás a un local veneciano por los puestos animados del Mercado de Rialto, probarás cicchetti y quesos en bares escondidos, cruzarás puentes sobre canales tranquilos y acabarás cerca de grandes iglesias al caer la tarde. Prepárate para risas por palabras mal pronunciadas, sorpresas en cada parada y esa sensación única de caminar despacio para vivir la ciudad de verdad.
¿Recuerdas esa primera vez que entras al Mercado de Rialto? El bullicio no molesta, es el sonido de los locales regateando pescado, el aroma salado del agua mezclado con naranjas de un puesto cercano. Nuestra guía, Marta, nos llamó para probar unas frituras que llamó “mozzarella in carrozza”. Seguro que me manché la camisa con aceite, pero no me importó. Nos contó que su abuelo venía aquí todos los sábados; sus ojos se suavizaron un instante. Eso se me quedó grabado.
Nos perdimos por callejones que jamás habría encontrado solo, pasando ropa tendida sobre nuestras cabezas y viejos jugando a las cartas en mesitas diminutas. El Gran Canal aparecía entre los edificios como si nos estuviera tentando. Marta señaló la casa de Marco Polo, escondida sin cartel ni nada especial. En un momento intenté decir “buranelli” (esas galletas) y ella se rió tanto que casi se le cae el espresso. Fue genial no ir con prisas; solo comíamos, caminábamos y escuchábamos.
No esperaba que los cicchetti fueran tan distintos en cada parada: unos con bacalao cremoso, otros con alcachofas marinadas. El pan siempre crujiente, justo como me gusta. Hubo un momento en Campo Santa Margherita donde la luz rebotaba en las piedras y todo olía a café y algas. Terminamos frente a la Basílica dei Frari, con las manos pegajosas por el postre, todos un poco más callados que antes. Quizá llenos o simplemente disfrutando el momento, aún no lo sé.
El tour dura aproximadamente 2.5 horas de principio a fin.
Sí, durante el recorrido se incluyen degustaciones de comida.
El tour comienza y termina en el centro de Venecia.
Sí, visitarás el Mercado de Rialto como parte de la experiencia.
Sí, los niños pueden unirse si van acompañados por un adulto.
Sí, toda la experiencia es caminando, ya que en Venecia no hay coches.
Se puede adaptar para vegetarianos si se avisa con antelación.
Usa zapatos cómodos porque cruzarás varios puentes durante el recorrido.
Tu día incluye una caminata guiada por el centro de Venecia con un experto local que te llevará a probar cicchetti, quesos, galletas buranelli, postres y más — con paradas en el Mercado de Rialto y plazas clave de la ciudad. Las degustaciones están incluidas; solo trae apetito (y quizá una servilleta extra).
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