Te recogerán para pasar una tarde en una auténtica villa de Sorrento donde amasarás pasta fresca, freirás tu propia pizza Montanara y compartirás una cena familiar mientras el sol se pone entre limoneros. Prepárate para reír en la cocina, llevarte recetas y saborear el limoncello casero que te acompañará mucho después de irte.
Para ser sincero, me apunté a esta clase de pasta en Sorrento principalmente por la curiosidad de saber qué era eso de la “pizza frita”. Nos recogieron directamente en el hotel (menos mal, porque las carreteras por aquí son un auténtico laberinto) y nos llevaron a una villa antigua que parecía sacada de un cuento de infancia. El aire olía a limón incluso antes de cruzar la puerta. Nuestro chef, que se presentó como Barone pero nos dijo que lo llamáramos Antonio, nos entregó delantales con su nombre bordado — el mío estaba un poco torcido, y eso me gustó aún más.
La cocina ya estaba llena de vida cuando entramos. Había hierbas frescas por todos lados — albahaca justo bajo mi nariz, algo cítrico que no supe identificar. Antonio nos enseñó a hacer ravioli Capresi desde cero; mi masa parecía más un mapa de Italia que algo comestible al principio. Se rió y la arregló con un movimiento rápido de muñeca. Todos intentamos pronunciar “Montanara” (la pizza frita), pero creo que solo uno estuvo cerca — Antonio sonrió y dijo que teníamos espíritu, aunque no la pronunciación. Lo mejor fue sentarnos juntos en esa larga mesa de madera mientras el sol se escondía detrás de los limoneros.
Sigo recordando ese primer bocado de tiramisú con un toque casero de limoncello — sinceramente, no esperaba que el postre me impactara más que la pasta. Un niño corría por el jardín persiguiendo a un gato mientras nosotros seguíamos brindando con limoncello (Antonio no paraba de servir). Para entonces, a nadie le importaba si su certificado tenía huellas de harina o no. La noche fue un caos hermoso — llena de risas, pequeños errores y comida que sabía a cariño de verdad.
Sí, el precio incluye recogida y regreso al hotel.
Prepararás pizza frita Montanara, ravioli Capresi, chuleta napolitana con guarniciones y tiramisú con limoncello.
Sí, todas las áreas y el transporte son accesibles para silla de ruedas.
Sí, las bebidas están incluidas junto con la cena.
Sí, te entregan un libro con todas las recetas y cantidades de la clase.
La actividad cubre una tarde hasta la noche, incluyendo la cena en la villa.
Sí, los bebés pueden ir en cochecito y los niños son bienvenidos también.
Tu día incluye recogida y regreso en vehículo con aire acondicionado, una clase práctica de cocina en Villa del Barone donde prepararás pizza frita Montanara y ravioli Capresi junto a otros platos clásicos de Sorrento. La cena incluye bebidas, tiramisú casero y limoncello. Además, recibirás un delantal bordado para usar durante la clase (y probablemente manchar), un certificado de asistencia — con huellas de harina opcionales — y un libro de recetas para que puedas repetir todo en casa.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?