Aprenderás a amasar fettuccine y raviolis frescos con una chef local en el centro de Roma, rellenar tu propia pasta y preparar tiramisú cremoso desde cero. Luego compartirás una comida con nuevos amigos acompañada de vino y limoncello. Risas, práctica y sabores que querrás repetir en casa.
¿Alguna vez te preguntaste si realmente podrías hacer pasta italiana auténtica? Yo tampoco estaba seguro, pero ahí estábamos, en pleno centro de Roma, a unas cuadras de Piazza Navona, con las mangas remangadas y harina por todos lados. Nuestra chef, Francesca, con esa risa cálida que me quitaba los nervios por mi torpeza con la masa, nos enseñó a mezclar y amasar hasta que la masa quedara perfecta. En la cocina flotaba un aroma suave a sémola y café, y la verdad, no esperaba tener tanta hambre solo con preparar todo.
Al doblar el primer ravioli me equivoqué (Francesca me guiñó un ojo y dijo “¡es rústico!”), pero para el segundo ya le agarré la mano. La mesa estaba llena de pequeños cuencos con rellenos: ricotta, espinaca, y algo que parecía mantequilla de salvia. Terminamos compartiendo consejos y bromeando sobre cuál pasta sobreviviría mejor al hervor. Cuando empezamos con el tiramisú, alguien derramó espresso en su delantal y todos nos reímos a carcajadas. El mascarpone era más ligero de lo que imaginaba; casi se derretía sobre los bizcochos.
Sentarnos juntos después de cocinar fue como una recompensa. Mis fettuccine salieron un poco irregulares, pero sabían mucho mejor que cualquier cosa que haya probado en casa — tal vez fue la salsa, o simplemente estar en Roma les dio un toque especial. Tomamos vino, agua para quien quiso, e incluso un vasito pequeño de limoncello al final (todavía no sé si es tradición o solo cosa de Francesca). Al salir a la fresca romana, llenos y con harina en las manos, no podía dejar de pensar en cómo la comida sencilla sabe distinta cuando la haces con desconocidos que pronto dejan de serlo.
La clase se lleva a cabo cerca de Piazza Navona, en el centro de Roma.
Prepararás fettuccine fresco, ravioli con mantequilla y salvia, y tiramisú tradicional.
Sí, los principiantes son bienvenidos; la chef te guía en cada paso.
Sí, se sirven vino italiano, agua, café o limoncello junto con la comida.
No se especifica la duración exacta, pero incluye toda la preparación y la comida.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, pueden asistir bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar.
Tu día incluye una clase práctica de cocina con una chef profesional cerca de Piazza Navona en Roma. Prepararás fettuccine y ravioli frescos desde cero, además de tiramisú tradicional. Luego disfrutarás de una comida con tus platos caseros acompañados de vino italiano u otras bebidas antes de volver a las animadas calles de Roma.
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