Recorrerás el centro histórico de Perugia con un guía local, disfrutando de pasteles frescos y cappuccino para empezar, seguido de quesos regionales, prosciutto, pasta con trufa, chocolates y helado artesanal. Conocerás a los dueños de las tiendas que comparten sus historias entre bocado y sorbo de vino umbro. No es solo un tour gastronómico, es como descubrir un secreto bien guardado.
Lo primero que recuerdo es el tintinear de las tazas detrás de la barra, ese aroma suave y cremoso del cappuccino que se colaba por las estrechas calles de Perugia. Nos metimos en una cafetería diminuta cerca de Corso Vannucci, donde nuestra guía, Francesca, saludó al dueño como si fuera un viejo amigo. Me dio un pastelito aún tibio (no logro recordar el nombre, algo con miel), y me quedé parado un momento, sin querer devorarlo rápido. Fue entonces cuando Francesca empezó a contar cómo los etruscos caminaban por esas mismas piedras. Fue una sensación extrañamente reconfortante.
Seguimos paseando entre banderines descoloridos y cuerdas de ropa hasta llegar a un lugar donde cortan el prosciutto tan fino que casi se ve a través. El queso tenía un sabor intenso, fresco y casi herbal, que combinaba perfecto con un vino blanco Grechetto que sabía a sol sobre la piedra. Un par de lugareños en la mesa de al lado discutían sobre fútbol (o tal vez política, difícil saber), pero todos se callaron cuando nuestra guía explicó la historia de las alubias Fagiolina del Trasimeno. ¿Casi extintas? Nunca había probado algo así: terrosas, con un toque a nuez y un chorrito de aceite de oliva que olía a verde.
No esperaba enamorarme tanto del chocolate de Perugia. Hay una antigua tienda de especias donde probamos marcas famosas y unos cuadritos extraños espolvoreados con chile. El dueño me guiñó un ojo cuando dudé antes de morder —“picante,” me advirtió riendo. Me ardió la boca justo lo suficiente para devolverle la risa. Terminamos en una heladería que dicen está entre las 100 mejores de Italia (¿quién lo diría?), donde pedí pistacho por costumbre, pero terminé robándole cucharadas al helado de higo y nuez de mi amigo. Aún sueño con ese sabor.
El tour dura aproximadamente 4 horas.
Sí, hay opciones vegetarianas, pero no se recomienda para dietas veganas o sin gluten.
No incluye recogida en hotel; el punto de encuentro es en el centro de Perugia.
Probarás pasteles, quesos, prosciutto, aceites de oliva, pasta con trufa, chocolates, helado, vinos y cerveza artesanal.
Sí, pueden participar bebés y niños pequeños en cochecito o carrito.
Sí, incluye catas de vino y cerveza artesanal, además de opciones sin alcohol.
Sí, conocerás a propietarios de restaurantes, chefs y tenderos que compartirán sus historias durante el recorrido.
Tu día incluye más de diez degustaciones: pasteles recién horneados para desayunar, quesos y prosciutto en cafés históricos, además de sorbos de vinos y cervezas artesanales de Umbría mientras recorres el casco antiguo con tu guía local; también probarás pasta con trufa, chocolates en una antigua tienda de especias, helado artesanal en una de las mejores heladerías de Italia, y escucharás historias personales de chefs y tenderos en el camino.
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