Amasarás a mano en la cocina de Alessia, formarás tortellini bajo su atenta mirada (y la de Pol, el gato), probarás ragú casero y pasta con mantequilla y salvia, y terminarás con un tiramisú cremoso acompañado de vino local. Risas, imperfecciones y calidez genuina — no solo recetas, sino historias que recordarás.
Lo primero que noté fueron las manos de Alessia cubiertas de harina — nos saludó con una sonrisa, delantal puesto, y su gato Pol descansando cerca como si fuera el dueño de la cocina. Hay algo especial en entrar a la casa de alguien para una clase de cocina en Boloña que te hace sentir como si visitaras a un viejo amigo (aunque acabes de conocerlo). El aroma del caldo hirviendo me llegó antes de quitarme la chaqueta. Afuera llovía, pero adentro hacía calor y había un caos encantador.
Alessia nos enseñó a preparar la masa para tortellini. Nos mostró cómo lo hacía su abuela — con la presión justa, sin pasarse — y se rió cuando mi primer intento parecía más una albóndiga que un tortellini bolognés. “No pasa nada,” dijo, “los primeros siempre salen graciosos.” También hicimos tagliatelle, estirando la masa tan fina que casi se veía a través de ella. Mientras tanto, el ragú hervía a fuego lento, mezclándose con el aroma de la salvia fresca de su jardín. En un momento, Pol intentó robar un poco de mantequilla; nadie se molestó.
Al final nos sentamos juntos, con la pasta humeante en grandes platos y las copas de vino chocando torpemente mientras intentábamos decir “salute” correctamente. El tiramisú estaba suave y frío, y se sintió como una recompensa después de tanto amasar (mis brazos aún dolían un poco). No esperaba reír tanto ni sentirme tan en casa — de verdad, todavía recuerdo la vista desde su ventana mientras comíamos, con la lluvia golpeando el cristal. Si buscas una clase de cocina auténtica en Boloña con gente local (y sus mascotas), esta es la experiencia.
Sí, Alessia prepara pastas y salsas vegetarianas para quienes lo soliciten.
Sí, durante la comida se sirve vino como parte de la experiencia.
Sí, los bebés pueden sentarse en el regazo de un adulto o usar cochecito durante la clase.
La clase se lleva a cabo en la cocina de la casa de Alessia en Boloña.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de la casa de Alessia.
Sí, el tiramisú está incluido en el menú de la clase.
Prepararás dos o tres tipos típicos de pasta bolognesa o regional durante la sesión.
Sí, los animales de servicio son bienvenidos durante la clase.
Tu día incluye una clase práctica con Alessia preparando dos o tres pastas clásicas de Boloña más el postre (tiramisú), con todos los ingredientes necesarios en su cocina. Disfrutarás tus creaciones acompañadas de vino local antes de salir a recorrer Boloña de nuevo — quizás aún con harina en las manos.
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