Te sumergirás en la vida del mercado de Delhi: oliendo especias, charlando con vendedores, y luego cocinarás un menú de cinco platos en una cocina acogedora cerca de Lajpat Nagar. Prepárate para reír con chapatis imperfectos, descubrir historias detrás de cada frasco de especias y disfrutar una comida que recordarás mucho tiempo. No es solo una receta, es compartir momentos reales alrededor de la comida.
—¿Eso es fenogreco de verdad? —pregunté, entrecerrando los ojos ante el montón de hojas verdes, mientras nuestra guía —que se llamaba Ritu— sonreía y me ofrecía una ramita para oler. A nuestro alrededor reinaba el caos en el Mercado Central de Lajpat Nagar: vendedores gritando, niños esquivando cestas de verduras, el aire impregnado de masala y frituras (de vez en cuando me llegaba un aroma dulce, ¿jalebi quizás?). Apenas habíamos empezado nuestro tour gastronómico por Delhi y mis manos ya olían a cilantro y a papel de periódico por las bolsas. Ritu nos animó a regatear por la cúrcuma; creo que pagué el doble, pero ella dijo que mi acento compensaba.
El estudio de cocina no estaba lejos, solo una corta caminata esquivando scooters y puestos de saris. Se sentía como la cocina de alguien en casa: azulejos brillantes, luz entrando en diagonal, música suave de fondo. Nos lavamos las manos y nos pusimos delantales (el mío me quedaba enorme). La idea de preparar un menú de cinco platos parecía ambiciosa, pero Ritu nos lo explicó paso a paso —incluso me dejó amasar la masa para los chapatis, aunque los míos parecían más Australia que redondos. Nos contó cómo cada especia no solo aporta sabor, sino también beneficios para la salud. La verdad, nunca imaginé que el comino ayudara al estómago, ni que el cardamomo pudiera ser dulce o salado según cómo lo uses.
La comida fue más risas que formalidad. Comimos lo que cocinamos: dal con un toque ahumado gracias al tadka, arroz esponjoso, algo llamado baingan bharta (berenjena machacada con tanto ajo que me quedó el olor en los dedos horas después), y esos chapatis que mencioné (todos intentaban no reír cuando los míos se inflaban de lado). Al final hubo chai —aún recuerdo ese chai— no demasiado dulce, con un toque cálido y especiado que se quedó conmigo mucho después de salir del estudio.
La experiencia dura entre 3.5 y 4 horas, incluyendo la visita al mercado y la comida.
El punto de encuentro es el estudio Tastesutra Cooking Studio, cerca de la estación de metro Lajpat Nagar.
Sí, la comida está incluida; comerás lo que prepares durante la clase.
Sí, hay opciones vegetarianas, veganas y sin gluten si las solicitas al reservar.
No, no se necesita experiencia; la clase es práctica y apta para principiantes.
No se ofrece recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca (metro Lajpat Nagar).
La actividad es apta para todos los niveles; si hace falta, hay asientos especiales para bebés.
Comprarás ingredientes frescos con tu guía y aprenderás sobre las especias locales con los vendedores del mercado.
Tu día incluye todos los ingredientes para preparar tu menú de cinco platos, bebidas durante la clase (incluido chai), un paseo guiado por el Mercado Central de Lajpat Nagar para comprar especias y productos junto a tu anfitriona Ritu o algún otro chef local, instrucción práctica en una cocina acogedora cerca del metro, y una comida compartida antes de volver a sumergirte en el bullicio de Delhi.
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