Probarás vinos de Pic St Loup directamente en viñedos locales, recorrerás un pueblo medieval con historias del guía y disfrutarás un almuerzo casero en casa de Bertrand. Risas, pan recién hecho y charlas de verdad — no es solo una excursión más, es una experiencia cálida que recordarás mucho tiempo.
Para ser sincero, casi se me cae el café cuando la mamá de Bertrand nos recibió en la puerta con las manos llenas de harina y un rápido “¡Bonjour!”. No es así como suelen empezar la mayoría de los tours de vino. Pero así es Pic St Loup. Nuestro día arrancó con Bertrand llevándonos fuera de Montpellier, recorriendo viñedos que parecían sacados de un cuadro. Nos señaló cómo la luz golpea los acantilados de piedra caliza — “Por eso las uvas aquí tienen un sabor diferente”, dijo. Aún no sé si realmente sentí piedra caliza, pero la primera copa estaba fría, fresca y quizá tenía un toque mineral. O tal vez era solo el aire de la mañana.
Paramos en dos bodegas (salvo los domingos, que es solo una), y cada vez que alguien local nos servía, venía con una pequeña historia sobre sus viñas, el clima del año pasado o el tío que perdió un barril por culpa de los jabalíes. En la segunda bodega había un aroma especial — parte bodega húmeda, parte romero del jardín. Bertrand me ayudaba con la traducción cuando mi francés fallaba, que fue bastante. Se rió cuando intenté decir “terroir” como un local. No me salió bien.
Después de pasear por un pueblito medieval (ya olvidé el nombre, perdón), terminamos en la casa de la familia de Bertrand. El almuerzo era lo que su madre tenía ganas de preparar ese día — para nosotros fue conejo con aceitunas y pan tan fresco que al cortarlo salía vapor. Había verduras de su huerto y más vino (por supuesto). A veces todavía pienso en esa comida, especialmente en cómo todos comimos juntos alrededor de una gran mesa, hasta la esposa de Bertrand se unió para el postre. Todo se sintió menos como un tour y más como una invitación de amigos que saben mucho de vino.
El tour incluye dos bodegas de lunes a sábado; los domingos solo se visita una.
Se sirve un almuerzo casero de la granja a la mesa en la casa de la familia del guía; tiene un coste extra de 30 € por persona que se paga en el lugar.
El tour incluye transporte en vehículo con aire acondicionado desde Montpellier.
Sí, los niños pueden participar si van acompañados por un adulto; hay asientos especiales para bebés.
El guía habla francés e inglés; ofrece ayuda con la traducción cuando es necesario durante las visitas.
Probarás seis vinos en visitas a bodegas locales y aprenderás sobre su proceso de elaboración.
Sí, el itinerario incluye un paseo por un pequeño pueblo medieval.
Tu día incluye transporte desde Montpellier en vehículo con aire acondicionado, visitas guiadas a dos bodegas (o una los domingos) con degustación de seis vinos locales, historias compartidas por el guía en caminos rurales y bodegas, un paseo por un pueblo medieval y un almuerzo casero preparado por la madre de Bertrand en su casa familiar — el almuerzo se paga aparte en el lugar antes de regresar relajados por la tarde.
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