Recorre las históricas bodegas de Père Magloire en Normandía con un guía local, siguiendo el camino del Calvados desde sus raíces vikingas hasta la producción artesanal actual. Prueba dos estilos diferentes de Calvados (o jugo de manzana orgánico), disfruta de aperitivos regionales y déjate llevar por historias que recordarás mucho después de irte.
Ya iba por la mitad del primer pasillo oscuro de la destilería Père Magloire cuando me di cuenta de cuánto olía el lugar a manzanas — no a manzanas frescas y crujientes, sino a algo más profundo, casi dulce y con un toque amaderado. Nuestra guía, Camille, nos llamó hacia un barril antiguo, lo golpeó con los nudillos y sonrió mientras nos contaba cómo envejece el Calvados aquí, en Pont-l’Évêque. Tenía esa calidez local que no se puede fingir — incluso bromeó diciendo que los normandos tienen “jugo de manzana en las venas”. Intenté decir “Calvados” con su acento y seguro lo arruiné; ella se rió igual.
El tour no es solo un paseo, es como viajar por escenas del pasado de Normandía. Hay pequeñas salas con cascos vikingos y viejas prensas de sidra (quería tocarlo todo pero me contuve). La luz cambia de dorada a azul fría a medida que avanzas, algo que le da un aire casi cinematográfico. En un momento paramos para escuchar una grabación de lluvia cayendo sobre un huerto — juro que casi sentí la humedad en el aire. Había niños en el grupo, corriendo entre los barriles mientras sus padres disfrutaban de jugo de manzana. No se sentía nada formal ni rígido.
Cuando llegamos a la sala de catas, mi nariz ya estaba llena de ese aroma dulce y especiado que solo tiene el buen Calvados. Nos sirvieron dos tipos — uno más intenso, otro más suave — y también jugo de manzana para quien quisiera. Probé ambos despacio; el segundo se quedó más tiempo en mi lengua de lo que esperaba. Camille nos contó que su abuelo recogía manzanas por aquí cuando ella era niña. Esa historia me quedó grabada por alguna razón. Todo es accesible para sillas de ruedas — vi a un par moverse sin problemas — así que nadie se queda fuera.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas durante todo el recorrido.
Sí, los niños son bienvenidos y pueden disfrutar de jugo de manzana orgánico durante la cata.
Incluye visita guiada a las bodegas, cata de dos variedades de Calvados o jugo de manzana orgánico y aperitivos.
No se especifica la duración exacta, pero es suficiente para un recorrido sensorial completo con catas.
Sí, hay opciones de transporte público cerca para facilitar el acceso.
Sí, los bebés pueden ir en cochecito o carrito; hay asientos especiales para bebés si se necesitan.
Tu día en Père Magloire incluye entrada a las históricas bodegas con un guía local que te lleva por salas inmersivas en varios idiomas, catas de dos tipos de Calvados o jugo de manzana orgánico si prefieres, además de aperitivos regionales durante el recorrido—todo accesible tanto si caminas como si usas silla de ruedas.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?