Saldrás desde Santa Bárbara hacia un paisaje de viñedos, probando vinos en tres bodegas únicas del Valle de Santa Ynez con un guía local que conoce cada historia de los caminos secundarios. Disfruta un almuerzo tranquilo entre las vides, charla con los enólogos y deja que alguien más conduzca para que solo te relajes.
Lo primero que noté fue el silencio — ese tipo de calma suave que se siente cuando se cierran las puertas de la van y de repente estás rodeado de filas de vides en lugar de tráfico. Apenas habíamos salido de Santa Bárbara cuando nuestro guía, Matt (que ya sabía el nombre de todos en la primera parada), empezó a señalar ranchos antiguos y contar historias sobre cómo empezó todo el valle con el vino. Me gustó que no solo soltaba datos; realmente hacía pausas para que pudiéramos ver caballos o hacer preguntas sobre las colinas. El aire olía un poco a salvia y a algo dulce que no supe identificar.
La primera bodega en el Valle de Santa Ynez tenía un porche desgastado por el sol donde probamos un Chardonnay que sabía casi a mantequilla — normalmente no soy de vinos blancos, pero me sorprendió. La enóloga salió a saludarnos (su perro la seguía) y explicó por qué sus viñas se veían más desordenadas que otras. Intenté parecer que entendía, pero más bien asentí y disfruté cómo todos se reían cuando alguien pronunció mal “Viognier”. Había unos pajaritos pequeños que volaban entre las mesas — todavía recuerdo esa vista sobre los campos, de verdad.
El almuerzo lo montaron justo en el viñedo en la segunda parada. Sándwiches con quesos locales, nada lujoso pero perfecto después de un par de catas. El sol calentaba mis brazos pero había brisa, así que nunca se volvió incómodo. Alguien preguntó si podíamos comprar botellas para llevar (sí), y Matt nos contó cuáles combinan mejor con tacos — al parecer tiene opiniones muy claras sobre la comida. Para la tercera bodega, la mayoría ya estábamos compartiendo anécdotas de viajes o vinos favoritos; se sentía menos como un grupo de turistas y más como amigos que habían tenido un día genial juntos.
Visitarás tres bodegas en producción durante el recorrido.
Sí, el transporte ida y vuelta desde tu hotel o alojamiento en Santa Bárbara o el Valle de Santa Ynez está incluido.
Se sirve un almuerzo con productos locales en medio de los viñedos durante una de las paradas.
Sí, todas las catas en las tres bodegas están incluidas en el precio del tour.
Se pasa aproximadamente una hora en cada bodega durante la excursión de un día.
Sí, es ideal para todos los niveles; el guía comparte información sin abrumar.
Los bebés y niños pequeños pueden unirse; se permiten cochecitos o carriolas.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour de vinos en Santa Ynez.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde tu hotel en Santa Bárbara o el Valle de Santa Ynez, todas las catas en tres bodegas diferentes, un almuerzo relajado con productos locales servido entre los viñedos con bebidas frías, y muchas historias de tu guía experto antes de regresar cómodo.
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