Probarás cuatro vinos dentro de una acogedora yurta cerca de Little Rock antes de mezclar tu propio varietal único con ayuda de un guía local. Llena, tapa, sella con cera y etiqueta tu botella personal para llevar a casa — todo mientras aprendes cómo se hace el vino realmente aquí en Arkansas. Una experiencia práctica que recordarás mucho después del último sorbo.
Confieso que al principio solo tenía curiosidad — ¿cuántas veces puedes mezclar tu propio vino justo a las afueras de Little Rock? El camino se sentía como dejar atrás el ruido habitual. Al entrar en la yurta de cata (es redonda, acogedora, con un aroma a cedro y uvas), nuestra guía nos entregó las copas y sonrió: “Hoy ustedes serán los enólogos.” Me reí porque apenas distingo un merlot de un cabernet. Pero ella lo hizo sencillo — giramos, olimos y probamos cuatro vinos diferentes. Mi pareja intentaba adivinar los sabores; yo solo disfrutaba cómo la luz atravesaba el cristal.
Después llegó la parte divertida: mezclar — literalmente vertiendo pequeñas cantidades hasta que algo encajó. Hay un momento en que te das cuenta de que has creado algo que sabe… bueno, ¡no está nada mal! La guía (se llamaba Jamie) nos contó historias sobre las uvas de Arkansas y cómo embotellan todo aquí mismo. Nos dejó echar un vistazo a todo el equipo — tanques de acero inoxidable zumbando suavemente de fondo. El olor era a la vez intenso y dulce. Luego vino mi parte favorita: llenar nuestra propia botella con la mezcla (derrámé un poco), taparla a mano y sumergirla en cera roja. Jamie me enseñó a girarla para que la cera quedara lisa — la mía no quedó perfecta, pero honestamente eso la hizo más auténtica.
Terminamos pegando etiquetas con marcos para fotos — puedes escribir lo que quieras. Mi letra era un desastre, pero qué más da. Había algo especial en ver nuestros nombres en esa botella que me hizo sentir orgulloso sin saber por qué. Bebimos lo que quedaba en las copas mientras Jamie nos hablaba de sus mezclas favoritas y de lugares para comer cerca (ella recomienda mucho el bagre frito a la vuelta). Todavía recuerdo lo tranquilo que se sentía todo allá afuera comparado con la ciudad — solo nosotros, risas que rebotaban en los tanques, y esa sensación de haber creado algo juntos. Si buscas una escapada desde Little Rock diferente pero sin complicaciones, esta experiencia de vino vale totalmente la pena.
Sí, es perfecta para parejas que buscan una cita divertida al oeste de Little Rock.
Sí, llenarás y etiquetarás tu propia botella para conservar después del tour.
Sí, un guía local te acompaña durante la cata y el embotellado.
Los bebés y niños pequeños pueden participar si van acompañados de un adulto.
Sí, la bodega es accesible para personas con movilidad reducida.
Probarás cuatro varietales diferentes durante la sesión.
También mezclas tu propio vino y participas en el embotellado con guía.
Tu día incluye una cata guiada de cuatro varietales dentro de una yurta al oeste de Little Rock, mezcla práctica para crear tu vino único, además de llenar, tapar, sellar con cera y etiquetar tu botella personal para llevar a casa al final de la visita.
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