Recorre los mejores caminos de Amelia Island en bici eléctrica con un guía local amable—cruzando puentes con vistas al mar, entre robles cubiertos de musgo y (si la marea lo permite) rodando por la playa salvaje de Big Talbot. Risas, parada para refrescos y muchos momentos para sentirte libre.
Para ser sincero, casi me echo para atrás cuando me di cuenta de que hacía años que no montaba en bici. Mi amigo me animó—“Es eléctrica, no te preocupes”—así que llegamos a la tienda Pedego en Amelia Island, un poco nerviosos y ya sudando (la humedad de Florida no perdona). Nuestra guía, Jamie, tenía esa forma relajada de explicar todo, como si hubiera visto todos los posibles tropiezos antes. Primero nos hizo dar una vuelta rápida en el parking—buena idea, porque casi olvido cómo funcionan los frenos por un momento.
Cuando entramos en el carril bici, todo encajó. La bici eléctrica hacía casi todo el trabajo; apenas tuve que pedalear pero sentí esa emoción de niño montando en bici. Pasamos bajo enormes robles cubiertos de musgo español, esos que te invitan a frenar y mirar hacia arriba. El aire tenía ese toque salado mientras cruzábamos el puente George Crady (Jamie señaló algunos delfines, pero yo solo vi un chapuzón). El viento se levantó y mi camiseta aleteaba tanto que parecía un aplauso. Es curioso lo que notas cuando no estás jadeando cuesta arriba.
Big Talbot Island era más salvaje de lo que esperaba—árboles bajos y un silencio roto solo por pájaros fuera de vista. Rodamos por un sendero arenoso hacia el agua (la bici eléctrica ni se inmutó), y si la marea está bien, puedes pedalear justo sobre la arena compacta. Esa parte fue casi mágica—como colarte en un lugar prohibido pero totalmente permitido. De vuelta, Jamie propuso parar en unas tienditas cerca de Amelia Island para tomar algo; cogimos refrescos fríos y nos sentamos afuera a ver a los locales charlar con esa calma sureña. La verdad, mis piernas estaban hechas gelatina, pero de la buena.
Sigo pensando en esa vista desde el puente—agua plana hasta el infinito—y en lo fácil que fue olvidarlo todo por un par de horas. No hacía falta un día perfecto ni pedalear impecable… solo diversión sencilla con un poco de sal en el pelo.
Sí—todos deben haber montado en bici con seguridad en los últimos 5 años y certificarlo antes de empezar.
El trayecto es de unas 7 millas por caminos señalizados desde Amelia Island, cruzando el puente George Crady hasta Big Talbot Island.
Sí—habrá tramos por senderos en Big Talbot Island y, si la marea lo permite, también por la playa.
Incluye el uso de una bici eléctrica Pedego y casco para seguridad durante todo el tour.
Hay una parada opcional en Shops of Amelia Island para bebidas o snacks antes de regresar a la tienda Pedego.
No—no incluye recogida; el tour comienza en la tienda Pedego de Amelia Island.
Ropa cómoda para montar en bici; lleva protector solar y agua si quieres—¡la humedad es fuerte!
Tu día incluye el uso de una bici eléctrica Pedego y casco para seguridad. La ruta comienza en la tienda Pedego de Amelia Island con guía local, recorriendo caminos y puentes con vistas antes de volver tras una parada opcional para refrescos cerca del pueblo.
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