Únete a un local apasionado por la comida en Palma de Mallorca para probar diez bocados seleccionados — desde croquetas recién hechas hasta dulces y bebidas típicas — mientras recorres calles históricas y disfrutas vistas de la ciudad. Con historias y risas entre degustaciones, te sentirás menos turista y más parte del ritmo diario de Palma.
Lo primero que recuerdo es el ruido de los platos chocando contra las paredes de piedra cerca de Es Baluard — y ese aroma cálido a aceite frito que salía de una pequeña puerta donde nuestra guía, Marta, nos invitó a entrar con una sonrisa. Nos recibió como si fuéramos viejos amigos (quizá es su forma de ser) y nos dio una croqueta tan caliente que casi se me cae. Me quemé un poco la lengua, pero valió la pena. El relleno era cremoso y salado, con ese sabor casero que parece hecho por la abuela solo para nosotros.
Recorrimos callejuelas estrechas mientras Marta señalaba detalles que yo nunca habría notado — azulejos desgastados sobre las puertas, o cómo aquí siempre dicen “bon dia” en vez de “hola”. En una parada probamos coca de pimientos; ella nos contó que su tía la prepara todos los domingos, y se rió cuando intenté pronunciar “coca” correctamente (todavía no lo consigo). Entre bocado y bocado, nos detuvimos en el mirador de Es Baluard. El mar parecía casi irreal bajo el sol de la tarde — todo azul y plateado. Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio, masticando o simplemente pensando.
Perdí la cuenta de cuántos sitios visitamos después — panaderías con dulces de almendra, un bar donde un señor mayor nos sirvió vasitos de algo herbal y fuerte (debería haber preguntado qué era). Cada degustación era distinta: unas crujientes, otras pegajosas, algunas tan sencillas que te preguntas por qué no comes así en casa. Marta conocía a la mitad de los que atendían; hubo abrazos y bromas en mallorquín que no entendía. No parecía una excursión, sino más bien acompañar a alguien que ama de verdad su ciudad — por eso cada vez que huelo aceite de oliva calentándose, me acuerdo de esa tarde.
El tour privado incluye 10 degustaciones diferentes de comida y bebida.
Es un tour privado; solo tú y tu grupo elegido acompañarán al guía.
Sí, hay alternativas vegetarianas si avisas a tu anfitrión sobre tus necesidades antes del tour.
Sí, verás los puntos más destacados de Palma entre las degustaciones, incluyendo paradas cerca del Museo Es Baluard.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de encuentro en el centro de Palma.
Un guía local, multilingüe y apasionado de la gastronomía, lidera cada tour privado.
Tu día incluye diez degustaciones seleccionadas de comida y bebida mallorquina, guiadas por un experto local privado. Hay opciones vegetarianas si avisas con antelación. Explorarás los puntos clave de Palma entre paradas cerca del Museo Es Baluard, con prácticas sostenibles durante toda la experiencia — solo tú y tu grupo en este paseo privado por la escena culinaria de Palma.
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