Recorre el centro histórico de Madrid con un guía local, probando más de 12 tapas tradicionales y vinos españoles en cuatro bares de barrio muy queridos. Ríe con una tortilla calentita, aprende rápido sobre la historia gastronómica de Madrid y disfruta el ambiente vibrante mientras caminas entre paradas. Una noche que se queda contigo mucho después de salir de la Plaza Mayor.
“Esta tienes que probarla con las manos,” sonrió nuestra guía Carmen mientras nos pasaba un plato de berenjena bañada en miel. El bar ya estaba animado, no a gritos, sino con ese murmullo tranquilo que se crea cuando todos llevan medio vaso de vino. Esperaba los típicos sitios turísticos, pero entramos en esos locales diminutos donde realmente van los madrileños después del trabajo. Primera parada: un jerez tan seco que casi me hizo pestañear, acompañado de un jamón salado que se deshacía si esperabas un segundo de más. Alguien detrás discutía de fútbol (¿Real o Atlético? Aún no lo sé), y el camarero escribía las nuevas especialidades en la pizarra con letra curva y elegante.
El paseo entre bares fue corto, unos cinco o diez minutos, pero suficiente para sentir cómo la ciudad cambia a nuestro alrededor. Carmen señaló dónde vivió Cervantes (“Probablemente también venía aquí,” bromeó), y el aire aún olía a lluvia reciente sobre la piedra. En el siguiente sitio, una vinoteca escondida tras filas de botellas, nos sirvió un Malvar que no conocía y explicó por qué en Madrid se cena tan tarde. Hice lo posible por pedir un guiso de garbanzos en español; Carmen se rió suavemente de mi acento, pero entendió perfectamente.
Perdí la cuenta de las tapas que probamos: brandada de bacalao, tortilla (todavía caliente), más jamón del que creía posible. En el tercer bar mis notas se volvieron un caos y alguien empezó a contar historias sobre antiguos reyes madrileños que prohibían ciertos alimentos (no sé si es verdad). La última taberna era oscura y crujiente, llena de habituales que nos saludaron con un gesto al entrar. Terminamos cerca de la Plaza Mayor, satisfechos pero sin empacharnos, deseando que la noche no terminara aún. Sinceramente, a veces sigo pensando en esa berenjena con miel — curioso cómo la comida se queda en la memoria.
El tour dura aproximadamente 3 horas en total.
Probarás más de 12 tapas tradicionales repartidas en cuatro bares.
Sí, en cada bar se incluye una bebida (vino, cerveza, vermut o refresco).
El tour empieza en la Plaza de Santa Ana junto a la estatua de Federico García Lorca y termina cerca de la Plaza Mayor.
El menú varía; puede haber opciones vegetarianas, pero no están garantizadas en todas las paradas.
El grupo se limita a 12 personas para una experiencia más cercana.
No; el guía es bilingüe y el tour se ofrece en inglés y español según se necesite.
Sí; hay opciones de transporte público cerca del punto de inicio y final.
Tu noche incluye paseos guiados por el Barrio de las Letras en el centro de Madrid con un experto local bilingüe, entrada a cuatro bares de barrio con una bebida en cada uno (vino, cerveza o refresco), además de degustaciones de más de doce tapas clásicas españolas—suficientes para cenar—y finaliza cerca de la Plaza Mayor para que sigas explorando si quieres.
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