Recorrerás El Born y el Barrio Gótico de Barcelona en un grupo pequeño, probando tapas clásicas como jamón ibérico, quesos, pimientos de padrón y patatas bravas en cuatro bares diferentes. Un guía local te contará historias mientras disfrutas vinos regionales — comida suficiente para una comida completa. Risas, nuevos amigos y un sabor auténtico de las tradiciones catalanas te esperan.
“Prueba este, pero no te lo comas todo de golpe.” Así me entregó Marta, nuestra guía, un plato de pimientos de padrón en pleno El Born. Aún recuerdo el chisporroteo que salía de la cocina mezclándose con las voces de los vecinos apretados en mesitas diminutas. Apenas empezábamos nuestro tour de tapas y vino por Barcelona y, la verdad, ya tenía mil preguntas (y un poco de nervios con mi español). Pero Marta sonrió y nos llevó adelante, parecía conocer a todo el mundo detrás de cada barra.
La primera copa de vino tinto local calentaba mi mano mientras entrábamos en un bar cerca de Santa Maria del Mar. Las paredes estaban llenas de carteles antiguos de toros y ese olor a ajo y pan a la brasa que sólo se encuentra en cocinas catalanas de verdad. Probamos un jamón que se deshacía en la boca — seguro que parecía ridículo disfrutándolo tan despacio. Alguien preguntó por Picasso y Marta nos contó una anécdota de cuando él dibujaba en esas mismas calles. Tenía esa habilidad de hacer que la historia sonara como un chisme.
En la tercera parada ya no sabía ni por qué calle habíamos entrado (el Barrio Gótico es un laberinto), pero no me importaba. Una pareja de Dublín se reía cuando intenté pronunciar “pa amb tomàquet” — seguro que lo hice fatal. El vino seguía llegando, cada copa diferente pero siempre local. Aprendimos a pedir como los de aquí (al parecer, hacer señas no está bien visto) y compartimos patatas bravas con el punto justo de picante que me hacía querer más vino. Hubo un momento afuera en que todo quedó en silencio, salvo las campanas de la iglesia resonando entre las piedras — casi perfecto.
Me fui con nuevos amigos, el estómago lleno y una lista de sitios apuntada en una servilleta (Marta insistió). Si buscas un paseo por la gastronomía de Barcelona que se sienta menos como un tour y más como acompañar a alguien que conoce cada atajo — este es tu plan. Y sigo pensando en esos pimientos.
El tour dura aproximadamente 3 horas de principio a fin.
El punto de encuentro es la Plaça Sant Jaume, en el Barrio Gótico de Barcelona.
Sí, hay opciones vegetarianas si las pides al hacer la reserva.
El grupo máximo es de 13 personas para una experiencia más íntima.
Sí, en cada uno de los cuatro bares tendrás una copa de vino local.
Sí, solo avisa tus necesidades al reservar para que ajusten los platos.
Explorarás El Born y el Barrio Gótico, en el centro de Barcelona.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca del punto final del tour.
Tu día incluye paseos guiados por El Born y el Barrio Gótico con paradas en cuatro bares o restaurantes emblemáticos de tapas. Disfrutarás degustaciones de platos clásicos catalanes (suficiente para una comida completa), vinos locales en cada parada y las historias y consejos de tu guía antes de despedirte en el centro histórico.
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