Seguirás a perros entrenados por el húmedo bosque de Motovun con la familia Svilicic guiando cada paso de tu búsqueda de trufas. Siente el olor a tierra fresca mientras cavas junto a locales que llevan décadas explorando estos bosques. Mira cómo aparece una trufa escondida y luego prueba lo que encontraste juntos. Es una experiencia silenciosamente emocionante.
Al entrar en el bosque de Motovun me invadió un aroma intenso y terroso, ni a hongo ni a tierra, sino algo entre ambos. Las hojas aún estaban húmedas por la lluvia de la noche anterior y se oían las patas de los perros chapoteando delante de nosotros. Nuestro guía, Marko de la familia Svilicic, sonrió cuando intenté adivinar qué árbol escondía el tesoro. “Los perros lo saben”, dijo. Y tenía razón, yo no tenía ni idea.
Había oído hablar de la caza de trufas cerca de Motovun, pero no esperaba que fuera tan... tranquila. Solo nosotros, un par de perros entusiastas (uno no paraba de mover la cola pidiendo golosinas) y las historias de Marko sobre cómo su abuelo le enseñó estos bosques. De vez en cuando se arrodillaba y limpiaba la tierra con manos expertas; yo lo intenté una vez y terminé con barro bajo las uñas, lo que hizo reír a todos. La clave aquí es la paciencia; esas trufas no van a salir solas.
Cuando uno de los perros finalmente empezó a cavar de verdad, se desató una emoción repentina: ladridos, gritos, todos agolpados para ver qué aparecía. No era grande ni bonita, pero Marko la levantó como si fuera un tesoro. Nos dejó olerla (más fuerte de lo que imaginaba) y explicó cómo estas trufas de Motovun terminan en mesas de toda Europa. Hay algo especial en encontrar la comida así: lento, embarrado y un poco humilde.
Después, en la comida, seguía pensando en ese primer bocado: terroso y profundo, casi dulce tras tanta caminata. Seguramente no habría notado la mitad de esos detalles si no hubiéramos pasado una hora escuchando a Marko hablar de los cuarenta años de su familia cazando trufas. Puedes hacer una excursión de un día para buscar trufas desde cualquier punto cercano; solo prepárate para zapatos embarrados y alguna que otra sorpresa en el camino.
No hay un tiempo exacto, pero calcula entre 1 y 2 horas caminando con los guías y los perros.
Sí, hay asientos especiales para bebés y la actividad es apta para todos los niveles físicos.
No se menciona recogida en hotel, pero hay opciones de transporte público cerca.
En el bosque de Motovun puedes encontrar trufas blancas (Tuber Magnatum) y negras (Tuber Melanosporum).
La familia Svilicic es la anfitriona y guía, compartiendo sus métodos tradicionales.
Sí, perros especialmente entrenados ayudan a localizar las trufas bajo tierra durante el paseo.
Se menciona la degustación, pero no una comida completa; consulta con el proveedor para más detalles.
Tu día incluye una caminata guiada por el bosque de Motovun en busca de trufas junto a perros entrenados y la familia Svilicic, que comparte su experiencia de décadas durante toda la aventura.
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