Aprenderás a surfear en la playa de Manuel Antonio con un guía local que mantiene la experiencia relajada y divertida. Practica lo básico en la arena antes de lanzarte a olas suaves, y luego recarga energías con piña fresca y snacks. Prepárate para risas, pies llenos de arena y quizás tu primera ola real.
“No te preocupes, todos se caen la primera vez,” sonrió José mientras dibujaba una línea torcida en la arena con el dedo del pie. Ya estaba sudando bajo mi camiseta de neopreno, pero eso me ayudó a relajarme un poco. La playa de Manuel Antonio estaba animada, pero sin agobios — se oían niños gritando a lo lejos y el aire salado se sentía denso en la piel. Practicamos cómo ponernos de pie en la tabla justo en la arena, que parecía más fácil de lo que era (mis rodillas no estaban de acuerdo).
Nunca había tomado una clase de surf, así que cuando finalmente entramos al agua con las tablas, esperaba caerme cada vez que intentara pararme. Pero José se quedó cerca — daba pequeños consejos en español o inglés, según quien lo necesitara. A veces se reía y gritaba “¡Eso!” cuando alguien casi lo lograba. La primera ola que realmente me llevó se sintió extrañamente silenciosa, como si todo lo demás desapareciera por un segundo excepto el sonido del agua bajo mi tabla. No me mantuve mucho tiempo de pie, pero honestamente, ese momento se me quedó grabado.
Entre intentos flotábamos y charlábamos sobre Costa Rica — José nos contó cuál es su soda favorita (los pequeños restaurantes de aquí) y cómo aprendió a surfear de niño. Incluso nos cortó piña fresca después, el jugo dulce y pegajoso corriendo por mis manos mientras trataba de sacar arena del cabello. Hay algo especial en aprender con alguien que creció aquí; te hace ver el lugar con otros ojos, ¿sabes? En fin, todavía no sé decir “rashguard” bien en español — Li se rió cuando lo intenté — pero me fui con la sensación de que la próxima vez quizás logre coger una ola solo.
Sí, las clases están pensadas para todas las edades y niveles, incluso para quienes nunca han surfeado.
Incluye tabla de surf o boogieboard, camiseta de neopreno y leash.
Se incluye vehículo con aire acondicionado para recogida si lo necesitas.
Sí, después de la sesión hay snacks, piña fresca y agua para refrescarte.
Bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito; la actividad es familiar.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Los animales de servicio están permitidos en este tour.
Los primeros 10 minutos se dedican a aprender postura y técnica en la arena.
Tu día incluye todo el equipo para surfear — tabla o boogieboard, camiseta de neopreno y leash — además de vehículo con aire acondicionado para recogida si lo necesitas. Después de la clase disfrutarás snacks, piña fresca y agua para refrescarte antes de volver a la animada playa de Manuel Antonio.
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