Recorrerás la finca de cacao Don Olivo con una guía local que se siente más como familia que como personal. Prueba cacao crudo, muele granos a mano, degusta frutas tropicales frescas y saborea auténtico chocolate costarricense mientras escuchas historias bajo los árboles. Es sencillo, pero se queda contigo mucho tiempo después.
“¿Ves este árbol? Mi padre lo plantó antes de que yo naciera,” dijo Don Olivo, apoyando su mano en la corteza rugosa como saludando a un viejo amigo. Apenas habíamos salido del sendero cuando me llegó ese olor — algo entre tierra mojada y cacao en polvo caliente. No esperaba sentirme tan en casa en un tour de chocolate en La Fortuna, pero había algo en cómo todos se movían por la finca, como si fuera de todos ellos.
Nuestra guía (se llamaba Mariela) nos dio un trozo de cacao crudo — nada dulce, más bien amargo y con un toque a nuez, pero de alguna forma muy satisfactorio. Sonrió cuando puse cara de sorpresa. “Espera al siguiente paso,” prometió, y luego nos mostró cómo lo muelen a mano. El sonido era casi hipnótico, piedra contra piedra, y no dejaba de pensar en cuántas generaciones habrían hecho exactamente lo mismo aquí. Había niños corriendo con las manos pegajosas y alguien nos ofreció rodajas de piña que sabían a sol.
Perdí la cuenta de las frutas que probamos — carambola, guayaba, una que parecía un huevo verde con espinas (¿chirimoya?). El aire estaba cargado de vainilla y algo dulce que no supe identificar; ¿quizá caña de azúcar? En un momento Mariela se rió de mi intento de decir “cacao criollo” (lo arruiné totalmente). Todo se sintió menos como un tour formal y más como ser parte de un secreto familiar. Y al final: chocolate tibio servido en tazas pequeñas, intenso pero ligero — la verdad, todavía recuerdo ese primer sorbo.
No, el transporte no está incluido, pero hay opciones de transporte público cerca.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carriola; hay asientos especiales para bebés.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles y se permiten animales de servicio.
Incluye degustaciones de chocolate, café (opcional), frutas tropicales y especias como vainilla y caña de azúcar.
La finca lleva 96 años produciendo cacao orgánico con su variedad especial llamada cacao criollo.
La finca produce 150 libras de cacao cada semana de sus 1,600 árboles.
Podrás ver cómo se cosechan las especias y participar o ver cómo se muelen los granos de cacao a mano.
Tu visita incluye un recorrido guiado por la finca de cacao con degustaciones de chocolate casero, frutas tropicales frescas directamente del árbol, café local si lo deseas, además de muestras de especias como vainilla y caña de azúcar durante el paseo.
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