Si quieres entender de verdad la cultura cafetera colombiana, no solo probar el café, este tour te deja recoger granos junto a los campesinos y ver todo el proceso detrás. Además, incluye comida casera, vistas de montaña y esa cascada escondida con arcoíris que nadie encuentra solo.
El camino de tierra que sale de Jericó se va quedando más silencioso con cada curva. Recuerdo la primera sensación al bajarme de la van en la finca La Cascada Arcoíris: el olor, tierra fresca, flores dulces de café y un toque de humo de leña que salía de la cocina de Ariel. Él mismo nos saludó, con las manos manchadas de años recogiendo cerezas. Se nota que aquí no hay ruido de ciudad, solo pájaros y el suave murmullo del agua en algún lugar abajo.
Empezamos con un vaso de jugo de guayaba bajo un viejo aguacate. Nuestro guía, Mateo, creció cerca y conocía cada rincón de la ladera. Nos llevó por las hileras de plantas de café y nos dejó probar a recoger cerezas maduras (es más difícil de lo que parece). Todo es muy práctico: pelar los granos con una antigua manivela de madera, sentir cómo se vuelven pegajosos en la fermentación, y luego extenderlos a secar al sol en grandes mallas. La familia también nos mostró su cuarto de tostado; ese aroma a nuez no se olvida.
El almuerzo fue sencillo pero delicioso: fríjoles, arroz, plátano frito y un guiso de pollo hecho por la esposa de Ariel. Comimos juntos en una mesa larga mientras los perros dormían cerca y alguien ponía vallenato bajito en la radio. De regreso al pueblo paramos en la cascada—si llegas justo después del mediodía y el sol está en el punto, aparece un arcoíris que dura unos minutos en la bruma. La última parada fue una fonda pequeñita a la orilla del camino, donde compartimos cervezas frías con los locales que contaban historias de cosechas pasadas.
¡Claro! Los guías explican todo paso a paso y es fácil de seguir, aunque nunca hayas visto una planta de café.
Zapatos cómodos para caminar en terreno irregular y protector solar o sombrero, porque el sol pega fuerte. Una chaqueta ligera por si llueve.
Sí, solo avísanos antes para preparar algo fresco sin carne.
La experiencia dura unas 6 horas, incluyendo el traslado desde Jericó y todas las paradas.
Tu día incluye transporte privado desde Jericó, tour guiado por la finca con actividades prácticas de café, almuerzo tradicional casero (con opciones), jugo fresco o café/té local, entrada a miradores y parada en la cascada, además de una visita a una fonda auténtica para tomar algo con los locales.
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