Saldrás de Halifax hacia colinas cubiertas de viñedos para tres catas relajadas guiadas por locales que conocen cada botella. El almuerzo incluye vistas al valle (y vino), además de historias que no encontrarás en internet. Prepárate para risas compartiendo copas y momentos en que el tiempo se detiene—el vino de Nueva Escocia se siente en el alma.
¿Alguna vez te has preguntado si los vinos de Nueva Escocia realmente saben a Atlántico? Yo sí, así que cuando salimos de Halifax esa mañana—ventanas abajo, café aún caliente—esperaba encontrar niebla y frío. Pero el sol apareció justo al llegar al Valle de Annapolis. Nuestra guía, Sarah (que creció cerca), nos señaló viejos manzanos y nos contó cómo la tierra aquí es totalmente distinta a cualquier otra en Canadá. Quise prestar atención, pero me distraje con la luz que caía sobre esas interminables filas de vides—un tono dorado-verde, con ese aire salado que no se siente tierra adentro.
La primera bodega parecía demasiado tranquila al principio. Caminamos junto a barriles apilados más altos que yo, y alguien ordenaba botellas tras un cristal—nos saludó y yo respondí. La cata fue sencilla, nada pretenciosa. Nunca pensé que disfrutaría tanto un blanco como su Tidal Bay (aún no sé cómo describirlo—¿fresco, tal vez?). En Luckett Vineyards, para el almuerzo, nos sentamos afuera mirando hacia la cuenca Minas. Hay una cabina telefónica roja entre las vides—Sarah dijo que funciona, pero no me animé a llamar a nadie. El almuerzo vino acompañado de una copa de algo rosado y seco; mi amigo intentó pronunciar “Wolfville” con acento local y nuestro camarero solo sonrió.
Después del almuerzo fuimos a una última bodega—la verdad, ya estábamos un poco dormidos por la comida y el sol. Pero esa última cata me despertó: hablar con quienes hacen el vino que estás probando hace que todo quede grabado en la memoria. El regreso a Halifax fue tranquilo, solo alguien tarareaba canciones viejas de Joni Mitchell en la radio. No dejo de pensar en esa brisa salada y en cómo cambia el sabor del vino cuando estás justo donde nace.
El tour incluye visitas a tres bodegas en el Valle de Annapolis, Nueva Escocia.
Sí, el almuerzo con una copa de vino o sidra está incluido en una bodega o restaurante en Wolfville.
Sí, el transporte en vehículo con aire acondicionado desde Halifax está incluido en la reserva.
Todos los costos del tour y las catas en las tres bodegas están incluidos en el precio.
Un guía local te acompaña durante todo el día en el tour por las bodegas del Valle de Annapolis.
El contenido de referencia no especifica adaptaciones dietéticas; contacta al proveedor para más detalles.
El almuerzo en Luckett Vineyards está disponible solo de mayo a diciembre.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante esta experiencia de día completo.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde Halifax en vehículo con aire acondicionado, catas guiadas y todas las tarifas en tres bodegas del Valle de Annapolis, además de almuerzo con una copa de vino o sidra (y propinas) antes de volver cómodamente a casa.
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