Pasea por las calles antiguas de Salzburgo con un guía local, prueba platos clásicos como schnitzel y tarta Sacher, visita la casa natal de Mozart y disfruta tiempo libre para explorar a tu ritmo. Desde bocados junto al río hasta historias detrás de recetas centenarias, esta excursión desde Múnich o Salzburgo está llena de momentos que recordarás mucho después del viaje en tren de regreso.
“Esto tienes que probarlo,” sonrió nuestro guía, ofreciéndome un bocado esponjoso y dorado: Salzburger Nockerln, al parecer. Apenas había dejado atrás el viaje en tren desde Múnich (que, sinceramente, pasó entre lagos y colinas verdes en un abrir y cerrar de ojos) cuando ya nos adentrábamos en el casco antiguo de Salzburgo. Las piedras del empedrado se sentían irregulares bajo mis zapatos, pero de una forma encantadora, como si estuvieras en un lugar que guarda su historia. Un aroma suave a café flotaba desde una calle lateral, y me sorprendí bajando el paso solo para disfrutarlo.
No esperaba reír tanto hablando de un pastel. En el Hotel Sacher, el grupo se quedó en silencio un momento al probar la tarta Sacher, y luego alguien susurró “vale cada caloría,” y todos asintieron. Nuestro guía nos contó historias sobre Mozart (su casa natal está justo en Getreidegasse), pero también sobre cómo los locales discuten quién prepara el mejor schnitzel. En un momento comimos junto al río, viendo pasar a gente con sus perros o bicicletas; parecía que podríamos habernos quedado toda la tarde si no tuviéramos más que descubrir.
Las campanas de la catedral resonaban en la plaza mientras caminábamos hacia la fortaleza. Recuerdo tocar la pared de piedra frente a la casa de Mozart—fría y lisa, más antigua que cualquier cosa en mi ciudad—y pensar en cuántas manos habrán hecho lo mismo. Después de comer hubo tiempo para pasear o sentarse con una cerveza (yo elegí pasear), y la verdad, todavía recuerdo esa vista sobre los tejados. El clima cambiaba entre sol y nubes; cada pocos minutos todo parecía distinto.
No, debes comprar el billete de tren por separado antes de la salida.
Probarás auténtico schnitzel austriaco, el postre Salzburger Nockerln, la tarta Sacher de chocolate y cerveza local austriaca.
Sí, hay tiempo libre adicional para que explores Salzburgo a tu ritmo durante la excursión.
El viaje empieza en la estación principal de Múnich con un trayecto en tren de dos horas hasta la estación principal de Salzburgo.
Sí, los bebés son bienvenidos pero deben ir en el regazo de un adulto durante el transporte.
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