Harás kayak por el tranquilo río Cua Can de Phu Quoc con un guía local, probarás miel fresca en una pequeña granja familiar y nadarás junto a estrellas de mar rojas en la playa de Rach Vem. Incluye recogida en hoteles céntricos para que te relajes y disfrutes momentos de paz y risas con las manos pegajosas.
Lo primero que recuerdo es cómo se sentía el aire de la mañana fuera de nuestro hotel en Duong Dong: algo pegajoso pero suave, con motos pasando rápido y alguien friendo algo dulce cerca. Nuestro guía, Minh, llegó puntual con esa sonrisa fácil, y nos subimos a la furgoneta junto a una pareja de Hanoi que de inmediato nos ofreció caramelos de lichi. La salida hacia el norte fue lenta al principio, pero poco a poco apareció más verde y menos cemento. Paramos en una granja de abejas — la verdad pensé que sería algo para turistas, pero nada que ver. El dueño nos dejó sostener un cuadro lleno de abejas (yo dudé, Minh se rió), y luego probamos una miel que sabía casi floral, nada que ver con lo que había probado antes.
Después llegamos al río Cua Can para hacer kayak. Los kayaks estaban alineados bajo unas palmeras, con la pintura un poco desgastada. Remar fue más fácil de lo que esperaba — el agua estaba tan tranquila como un espejo, salvo por las pequeñas olas de los barquitos que pasaban. Había niños pescando en la orilla y un señor mayor que nos saludó con un cigarro colgando de la boca. Minh señaló algunas aves que no conocía; intentó enseñarme sus nombres en vietnamita pero los olvidé en cinco minutos. El silencio era de esos que no encuentras en la ciudad — solo el agua golpeando el plástico y el canto de las cigarras entre los árboles.
Cruzamos parte del bosque (solo destellos, en realidad) antes de llegar al pueblo de Rach Vem, donde está la playa de las estrellas de mar. Si reservas el almuerzo, es aquí — olía a pescado a la parrilla por todos lados, me arrepentí de no haberlo incluido. Pero aunque no lleves comida, puedes pasear por la arena donde estas estrellas rojas se quedan en las aguas poco profundas como si posaran para fotos. El agua está cálida y tan clara que ves tus dedos moverse justo al lado. Algunos niños locales se retaban a cogerlas (yo no me animé). Luego fuimos a la playa Ganh Dau — hay un punto desde donde, si no hay mucha neblina, se ve Camboya al otro lado del agua. Da una sensación extraña estar tan cerca de otro país, solo cruzando una franja azul.
Si quieres, te dejan en Grand World de regreso (nosotros no paramos). Ya por la tarde volvimos a Duong Dong, con arena en los pies y un leve aroma a miel. No dejo de pensar en ese paseo en kayak — lo simple que fue, pero lo bien que se siente dejarse llevar un rato.
Sí, la recogida está incluida desde hoteles en el centro de Duong Dong o la oficina de John’s Tours; puede haber un costo extra para otras zonas.
Sí, tendrás tiempo libre para nadar y ver las estrellas de mar en la playa de Rach Vem.
El almuerzo solo está incluido si eliges esa opción; de lo contrario, no forma parte del tour estándar.
No, no se necesita experiencia; el río es tranquilo y apto para principiantes.
El tour dura desde las 8:15 AM hasta alrededor de las 4:00 PM, incluyendo traslados.
No hay cargos adicionales para las actividades mencionadas; el equipo de kayak está incluido en la reserva.
Sí, es apto para todos los niveles físicos y hay asientos especiales para bebés si es necesario.
Tu día incluye traslados con aire acondicionado desde hoteles céntricos en Duong Dong o la oficina de John’s Tours, todo el equipo de kayak para el río Cua Can, agua embotellada durante el recorrido, paradas en una granja de abejas para probar miel y tiempo para relajarte o nadar en la playa de estrellas de mar antes de regresar por la tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?