Recorrerás las calles iluminadas por faroles de Hoi An con un guía local, remarás un barco cesta tradicional por el bosque de cocos de Cam Thanh, compartirás risas con los vecinos durante el almuerzo y sentirás que formas parte de la vida diaria, no solo de paso.
“No te preocupes, no te vas a caer — ¡a menos que quieras!” Así nos dijo nuestro guía Minh mientras mirábamos los barcos cesta de bambú que flotaban en Cam Thanh. Había visto fotos, pero no esperaba que los barcos se sintieran tan ligeros bajo los pies, casi como pisar un tambor flotante. El aire olía dulce y a tierra mojada por las palmeras de coco de agua, y un pescador cercano sonrió al ver mis torpes intentos de remar (seguro que ha visto peores). Navegamos suavemente por los tranquilos canales, solo se escuchaba el chapoteo del agua contra el bambú y algún pájaro volando arriba. La humedad estaba presente, pero no molestaba — era como estar envuelto en una toalla tibia.
Más temprano esa mañana, Minh nos esperaba en el lobby del hotel — nos saludó con la mano antes de que lo viera. Empezamos en el casco antiguo de Hoi An, recorriendo callejuelas estrechas entre paredes amarillas y faroles. Nos señaló el Puente Japonés y nos contó cómo los comerciantes de China y Japón moldearon este lugar hace siglos. Intenté decir “xin chào” a una señora mayor que vendía pastelitos de arroz; ella se rió suavemente y me dio uno igual. Hay algo en Hoi An que se siente a la vez animado y tranquilo — tal vez sea que todos parecen conocerse, o que hasta los desconocidos te saludan con la cabeza.
No esperaba que el almuerzo fuera lo más destacado. Nos sentamos en taburetes bajos junto a una ventana abierta en el pueblo de Cam Thanh mientras Minh nos explicaba cada plato (olvidé la mitad de los nombres, pero recuerdo el sabor — salsa de pescado salada, hierbas frescas, algo ahumado de la parrilla). Después, vimos a los niños jugar cerca del río mientras esperábamos el transporte de regreso. Todo el día fue sin prisas — como si fuéramos invitados y no turistas. Aún recuerdo esa lenta navegación por el bosque de cocos, especialmente cuando la ciudad se vuelve demasiado ruidosa.
El pueblo de cocos de Cam Thanh está a unos 5 km al sureste del casco antiguo de Hoi An.
Sí, el tour incluye recogida y regreso a tu hotel.
Remarás entre las palmeras de coco de agua con pescadores locales y podrás intentar atrapar cangrejos.
Sí, disfrutarás de una comida típica local durante la visita al pueblo de Cam Thanh.
Todos los tickets de entrada están incluidos en el precio del tour.
El tour es apto para todos los niveles físicos; los bebés deben ir en el regazo de un adulto o usar asientos especiales.
Se recomienda llevar sombrero y protector solar por la exposición al sol durante las actividades al aire libre.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel, todas las entradas para el casco antiguo de Hoi An y el pueblo de cocos de Cam Thanh, agua embotellada durante todo el recorrido, un paseo guiado en barco cesta con pescadores locales (sí, tú remarás), además de un almuerzo tradicional vietnamita antes de volver relajado y satisfecho.
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