Relájate en Rosara Spa en Hoi An con un masaje privado de piedras calientes, un suave trabajo en los pies y tiempo para flotar entre baños de hierbas y té junto a la piscina. Incluye traslado gratis y bebida de bienvenida — espera sonrisas sinceras y momentos de tranquilidad para dejar volar la mente.
“Te ves cansado,” bromeó nuestro conductor al llegar a Rosara Spa — y la verdad, no iba muy desencaminado. Las calles de Hoi An pueden ser ruidosas y pegajosas, pero aquí todo parecía más tranquilo, a solo un corto paseo del bullicio del casco antiguo. Lo primero que recuerdo fue el aroma: algo como hierba limón y tal vez jengibre, difícil de definir. Nos recibieron con té de frutas (se me cayó un poco en la camisa y nadie se inmutó) y nos sentamos un momento antes de que nos guiaran adentro. La luz era suave, nada del típico blanco fuerte de spa, más bien como la luz de una tarde en casa de alguien.
Mi terapeuta, Lan, hablaba con calma pero tenía manos que parecían llevar años en esto. El tratamiento completo empezó con aceite — tibio pero nada grasoso — y luego llegaron esas piedras calientes envueltas en toallas sobre mi espalda. Al principio pensé que me quemarían (me sobresalté), pero el calor se fue colando despacio. Mientras las piedras descansaban ahí, Lan masajeaba mis pies con más aceite y otro juego de piedras. No soy nada cosquilloso, pero casi me río cuando tocó un punto cerca del tobillo. Ella sonrió sin decir nada — seguro que pasa todo el tiempo.
Lo más curioso fue lo callado que se volvió todo en mi cabeza después. Se oía un zumbido bajo desde afuera (¿motos quizás?), pero sobre todo el sonido de sus manos deslizando aceite y el leve tintineo de las piedras al dejarse. Cuando finalmente masajeó mi espalda directamente con las piedras calientes, sentí cómo la tensión se derretía — no sé si suena muy exagerado, pero fue así. Luego nos sentamos junto a la piscina un rato, tomando té otra vez; no paraba de pensar en lo diferente que se sentía comparado con esos spas llenos de gente en el centro.
Si buscas un día de spa privado en Hoi An que no sea pretencioso ni apresurado, Rosara Spa vale la pena. Te recogen o dejan donde quieras (nosotros fuimos en bici de ida), y todos parecían genuinamente felices de vernos relajarnos. A veces sigo recordando ese calor que se metió en mis hombros cuando estoy atrapado en mi escritorio en casa.
Está a unos 10 minutos en bicicleta desde el corazón del casco antiguo.
Sí, el traslado gratis está incluido con tu reserva.
Puedes elegir tratamientos corporales completos, acupresión en pies, masaje de parte superior del cuerpo, manos sanadoras, masaje de cabeza-cuello-hombros, facial, exfoliaciones y envolturas, sauna, vapor y baño de hierbas.
Sí, todas las áreas y opciones de transporte son accesibles para sillas de ruedas.
Al llegar te ofrecen una bebida de bienvenida como jugo de frutas o té.
Sí, los visitantes pueden usar la piscina durante su visita.
Sí, hay opciones de transporte público cerca.
Sí, es apto para todos los niveles físicos y completamente accesible.
Tu día incluye traslado gratis desde o hacia el centro de Hoi An si lo deseas (o puedes ir en bici), bebida de bienvenida al llegar (jugo o té), acceso a la piscina para refrescarte después del tratamiento, además de todos los masajes y tratamientos que elijas durante la sesión — todo en un espacio totalmente accesible para sillas de ruedas.
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