Recorre el vibrante mercado del Old Quarter de Hanoi con un guía local antes de aprender a preparar platos clásicos vietnamitas como rollitos crujientes y ensalada de papaya, y luego atrévete a hacer el cremoso café de huevo. Risas en la cocina, nuevos sabores y una comida que recordarás cada vez que huelas hierbas frescas en casa.
Confieso que me apunté a esta clase de cocina en Hanoi principalmente para descubrir cómo hacen los locales esos rollitos de primavera tan crujientes. Pero al entrar en el Old Quarter esa mañana, con motos pasando a toda velocidad y ese aire cálido y húmedo que lo envuelve todo, sentí una mezcla extraña de nervios y emoción. Nuestra instructora Linh nos recibió en la puerta con una sonrisa enorme y un “Xin chào!” que me hizo pensar que quizá no la iba a liar tanto en la cocina.
La primera parada fue el mercado Yen Thai, que está a solo unos minutos pero parecía otro mundo. Lo primero que te golpea son los olores — hierbas, salsa de pescado, algo dulce que aún no sé qué es. Linh señaló un montón de verduras que nunca había visto (se rió cuando intenté pronunciar “rau ram”). Había señoras mayores regateando papayas y hombres picando bloques de hielo para los puestos de pescado. Es ruidoso pero a la vez reconfortante. Compramos lo que necesitábamos — papaya verde para la ensalada, papel de arroz para los rollitos — y Linh nos explicó qué podríamos cambiar si no encontrábamos lo mismo en casa. Eso me vino genial; siempre me pierdo en las tiendas asiáticas.
De vuelta en Maya Kitchen, nos pusimos los delantales y manos a la obra. Enrollar esos rollitos es más difícil de lo que parece — el primero me quedó más como una almohadita que un rollito. Linh solo sonrió y me lo mostró otra vez, moviendo las manos tan rápido que casi hipnotizaba. ¿Lo mejor? Cuando los freímos, todos celebraban si el suyo no se rompía (el mío aguantó bastante bien). Hacer la ensalada de papaya fue más desordenado de lo que esperaba; mis dedos olían a lima y chile horas después. Luego vinieron los rollitos de pho — papel de arroz suave, carne de res, hierbas — sencillo pero increíble cuando los comes al momento.
No esperaba disfrutar tanto preparando el café de huevo. Linh batió las yemas hasta que se convirtieron en una nube amarilla pálida y lo vertió sobre un café negro fuerte; olía a caramelo mezclado con algo terroso. Tomarlo después de toda esa comida, mientras todos compartíamos historias de nuestras ciudades, fue un recuerdo que se queda mucho más tiempo que cualquier receta.
Prepararás rollitos de primavera fritos (Nem Ran), ensalada de papaya (Nom Du Du), rollitos de pho (Pho Cuon), pho mezclado (Pho Tron) y café de huevo vietnamita.
Sí, comienzas con un paseo guiado por el mercado Yen Thai en el Old Quarter de Hanoi para comprar ingredientes frescos.
Sí, después de cocinar te sentarás a disfrutar todos los platos que preparaste durante la clase.
El contenido no especifica opciones vegetarianas; consulta directamente con Maya Kitchen para más detalles.
No se indica la duración exacta, pero el mercado está cerca, así que esta parte es relativamente corta antes de volver a la cocina.
Sí, tu instructora habla inglés y te acompaña tanto en el paseo por el mercado como en la sesión de cocina.
Puedes elegir entre agua, té o café; además prepararás el tradicional café de huevo vietnamita como parte de la experiencia.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden unirse usando cochecito o carrito si es necesario.
Tu día incluye un instructor de habla inglesa que te guía por el mercado Yen Thai y la clase práctica en Maya Kitchen; todos los ingredientes frescos para cuatro platos vietnamitas más café de huevo; una bebida (agua, té o café normal); postre con fruta de temporada; y tiempo para relajarte disfrutando tu propia comida casera al final.
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