Subirás a la montaña Babadağ desde Fethiye con tu piloto, y luego correrás directo hacia el cielo abierto sobre la playa de Ölüdeniz en un vuelo tándem de parapente. Siente el aire fresco de la montaña en tu cara mientras flotas sobre aguas turquesas, con todo el equipo incluido y recuerdos en video opcional esperándote al final. Ese primer paso… no lo olvidarás.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo el sol iluminaba la ladera de la montaña Babadağ — una luz cálida, nada de películas dramáticas, solo esa sensación real y agradable en la cara mientras salíamos de Fethiye en una furgoneta llena de risas nerviosas. Nuestro piloto, Cem, no paraba de bromear diciendo que el café turco es más fuerte que la gravedad. Intenté mantener la calma, pero las palmas me sudaban mientras agarraba el arnés antes incluso de llegar a la cima. Desde arriba se ve la franja azul de la playa de Ölüdeniz, como irreal. Son solo 30 minutos en coche, pero cada curva te hace sentir que dejas atrás la vida normal.
En el punto de despegue (lo eligen según el viento — el nuestro estaba a 1700 metros), había una mezcla extraña de silencio y el sonido del viento moviendo los parapentes. Cem revisó todo dos veces y de repente estábamos corriendo juntos hacia el vacío y—para ser sincero—olvidé respirar un momento. Y ahí estábamos volando. El aire era frío y ligero en mis mejillas, pero olía a pino por algún lugar debajo. La vista es tan amplia que cuesta enfocar: agua turquesa, barquitos como puntitos y gente saludando desde la arena (yo respondí aunque seguro no me veían). Cem me señaló el Valle de las Mariposas a un lado y me contó historias de pilotos que vienen desde los 90; me dijo que Babadağ es famoso porque está muy cerca del mar, a menos de cinco kilómetros de la cima a la playa.
No esperaba encontrar tanta paz allá arriba—solo viento y esa sensación de flotar despacio. A menos que pidas movimientos “montaña rusa” (que yo pedí… una vez), entonces hay vueltas, gritos y el estómago se te revuelve. Cem se rió cuando intenté decir “teşekkürler” al aterrizar—seguro lo dije mal—y me dio un espresso mientras pasaba el video del vuelo a un USB. Las piernas me temblaban, pero de la buena manera. Todavía, a veces, cuando cierro los ojos siento ese vuelco en el estómago justo antes de despegar.
El vuelo dura entre 30 y 45 minutos, según las condiciones del clima.
Sí, se incluye transporte en autobús con aire acondicionado desde Fethiye hasta la montaña Babadağ.
La zona de despegue varía entre 1200m, 1700m, 1800m o 1900m, según el clima.
No necesitas experiencia; los pilotos expertos te guían en todo momento.
Puedes comprar un paquete de grabación de vuelo; los pilotos te pasan las fotos y videos después del aterrizaje.
No se incluye comida, pero si compras el paquete de video, te ofrecen un café italiano después del vuelo.
Esta actividad no está recomendada para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiacos.
El aterrizaje es justo frente a la oficina de la empresa, cerca de la playa de Ölüdeniz.
Tu día incluye transporte en autobús con aire acondicionado desde Fethiye hasta la montaña Babadağ, todo el equipo necesario como parapente, arnés y casco proporcionado por el piloto, además de la opción de recibir video y fotos si eliges el paquete de grabación—y un café italiano bien cargado en su tienda mientras esperas el material después de aterrizar cerca de la playa de Ölüdeniz.
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