Entrarás en salones de mármol centenarios para vivir un auténtico baño turco en Estambul, con exfoliación (kese) y un masaje con montones de espuma que te dejarán la piel como nueva. Los encargados locales te guían en cada paso para que solo te preocupes de relajarte. Un ritual que recordarás mucho tiempo después de dejar la ciudad.
«Puedes dejar las zapatillas aquí», me dijo el encargado, y dudé un momento, sin saber si debía darle propina o simplemente sonreír. El suelo de mármol estaba cálido bajo mis pies, y se escuchaba el suave eco del agua salpicando en algún rincón profundo del hamam. Afuera, Estambul era ruidoso y luminoso, pero aquí dentro solo había vapor y voces bajitas. Había leído sobre los baños turcos, pero nada te prepara para esa primera ola de calor cuando entras a la sala principal.
Nuestro guía — más bien un anfitrión que un guía — me enseñó a enrollar la toalla fina de algodón (seguro la puse mal al principio; él sonrió y la acomodó). El aire olía a jabón de oliva y a algo floral que no supe identificar. Acostado sobre la gran piedra caliente en el centro, escuchaba a alguien tararear una canción antigua cerca. La exfoliación (kese) me sorprendió — suave pero intensa a la vez. Ves toda esa piel que se va y piensas, vaya, quizás esto era justo lo que necesitaba. Hay algo extraño y reconfortante en que alguien que sabe lo que hace te frote la piel una y otra vez.
Luego llegó el masaje con espuma — montones de burbujas por todos lados, casi de caricatura. En un momento me reí porque las burbujas me hacían cosquillas en la nariz y el encargado me guiñó un ojo como si lo viera todos los días (y seguro que sí). Es difícil explicar lo relajante que es hasta que estás ahí: los músculos se sueltan, el tiempo se ralentiza. Después, sentado envuelto en la toalla y con un té en la mano, me sentí más ligero. Quizás fue el vapor o algo más.
La experiencia dura aproximadamente 1 hora de principio a fin.
No, no se recomienda para niños menores de 4 años.
No, no se recomienda para mujeres embarazadas.
Incluye exfoliación (kese) y masaje de espuma realizados por personal local.
El baño turco es apto para todos los niveles de condición física.
Tu visita incluye un tratamiento tradicional de exfoliación (kese) y un masaje relajante con espuma, realizados por expertos locales durante tu estancia en el hamam de Estambul.
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