Caminarás por antiguas aldeas bereberes, entrarás en auténticas casas trogloditas en Matmata y cruzarás el borde del Sahara con locales que conocen cada atajo. Si quieres descubrir Túnez más allá de las postales—y probar pan recién salido de un horno cueva—este viaje es para ti.
Lo primero que notas aquí es el silencio—solo el viento rozando la arena mientras dejamos atrás Tozeur. Nuestro conductor, Sami, tenía un don para señalar cosas que yo jamás habría visto solo: pequeñas huellas de zorros del desierto junto a la carretera, o un cartel desgastado que anunciaba té de menta en un puesto al borde del camino. Con una botella de agua en mano, avanzamos por las montañas Dhahar rumbo a Toujane. El aire olía ligeramente a tomillo y polvo. Paramos para hacer fotos—las casas de Toujane casi se funden con las rocas hasta que entrecierras los ojos. Un niño local nos saludó desde su burro; vendía almendras a puñados.
La siguiente parada fue Matmata. Había visto fotos de esas casas-cueva antes, pero estar dentro de una es otra historia—el frescor te envuelve al instante, aunque afuera el sol queme sin piedad. Nuestra anfitriona, Fatma, nos mostró su cocina tallada directamente en la tierra. Se rió cuando le pregunté por la lluvia—“Nunca gotea,” dijo, “pero a veces se cuela un poco de arena.” El almuerzo fue sencillo pero reconfortante: pan cocido en cenizas y harissa picante con aceite de oliva.
Más tarde llegamos a Ksar Hadada—si eres fan de Star Wars, lo reconocerás de “La Amenaza Fantasma.” Aunque no lo seas, es impresionante ver cómo las tribus bereberes usaban estos graneros para guardar el grano a salvo de saqueadores. Las paredes son gruesas y frescas; palomas revoloteaban mientras nuestro guía explicaba cómo las familias vivían aquí durante la temporada de cosecha.
Sí—está diseñada para todos los niveles de condición física. Hay algo de caminata por terreno irregular, pero nada demasiado exigente. Solo trae calzado cómodo y protección solar.
¡No hace falta! El almuerzo, la cena, el desayuno y el agua embotellada están incluidos. Eso sí, quizás quieras llevar algo de efectivo para comprar snacks locales o recuerdos.
La excursión se realiza con un mínimo de dos personas por reserva—así se siente personal pero sin agobios.
Te recogemos y dejamos directamente en tu hotel en Tozeur—fácil y sin complicaciones.
Tu conductor-guía se encarga de todo: agua embotellada durante todo el día (créeme, la vas a necesitar), comidas (desayuno, almuerzo, cena), alojamiento nocturno en un lugar local, además del traslado desde y hacia tu hotel en Tozeur. Solo tienes que presentarte listo para explorar.
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