Saltas desde 10,000 pies sobre Zanzíbar con un instructor profesional, sientes la emoción de la caída libre sobre aguas turquesas y luego planeas hasta aterrizar en la playa de Kendwa. Fotos y vídeos incluidos para que revivas cada risa nerviosa o sonrisa temblorosa cuando estés en tierra firme.
Lo primero que noté fue la sal en el aire — se huele incluso antes de ver el Océano Índico desde las alturas. Estábamos en la playa de Kendwa, esperando nuestro turno para hacer paracaidismo en Zanzíbar con un equipo que parecía relajado pero súper concentrado. Mi instructor, Tomás (creo que es de Portugal), revisó mi arnés dos veces y soltó un chiste sobre cómo se le estropeaba el pelo después de cada salto. Me reí, pero la verdad es que tenía las manos tan sudadas que apenas le escuchaba.
Subir a ese avión pequeño fue como meterse en una lata con extraños que de repente parecían compañeros de equipo. El motor rugía cada vez más fuerte mientras ascendíamos — 10,000 pies suena lejos, pero cuando estás subiendo se siente aún más. La vista desde arriba era impresionante: cintas blancas de playa que se curvaban alrededor de un agua que parecía irreal, como si alguien hubiera subido demasiado el brillo. Tomás señaló unos barquitos de pesca diminutos abajo y me dijo que no cerrara los ojos en la caída libre (“Si lo haces, te arrepentirás toda la vida,” dijo). Tenía razón.
No sé cómo describir esos 30 segundos de caída libre, salvo que tu mente se desconecta — es ruidoso, frío en las mejillas, y todo desaparece excepto la emoción en el pecho. De repente, el paracaídas se abre y vuelve la calma, casi una paz. Si prestas atención, puedes oír el viento y las olas lejanas. Flotamos unos cinco minutos (parecieron más y menos a la vez) y aterrizamos justo en la arena blanca de Kendwa, donde unos niños locales nos saludaban como si fuéramos astronautas. Mis piernas temblaban, pero no podía dejar de sonreír.
Al terminar me dieron un USB con fotos y vídeos — en la mitad salgo aterrorizado, pero hay una en la que me estoy riendo en pleno aire. Me sigue sacando una sonrisa cada vez que la veo.
Saltas desde 10,000 pies sobre la playa de Kendwa durante el salto en tándem en Zanzíbar.
No se menciona recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
Sí, se incluyen fotos y vídeos que te entregan poco después de saltar.
Aterrizas directamente en la playa de arena blanca de Kendwa tras el salto en tándem.
Sí, es apto para todos los niveles físicos; un instructor salta contigo tras una breve formación.
El peso máximo por persona es de 105 kg para esta actividad.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o corazón.
Tu día incluye todo el equipo de seguridad como arnés y gafas proporcionados por el equipo, además de fotos y vídeos que recibirás poco después del salto para que no pierdas ni un momento — solo tienes que presentarte en la playa de Kendwa listo para la aventura.
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