Serás testigo del mayor espectáculo de fauna salvaje de África: la migración de los ñus, además de conocer a los habitantes masáis y explorar parques legendarios como Serengeti y el Cráter de Ngorongoro. Este viaje está lleno de momentos auténticos: safaris al amanecer, encuentros locales y noches bajo tienda en la salvaje Tanzania.
Lo primero que me impactó al salir del aeropuerto de Kilimanjaro fue el aire cálido y ligeramente polvoriento, tan distinto al de casa. Nuestro conductor nos esperaba con un cartel con mi nombre. El camino hacia el lodge en Arusha nos llevó junto a pequeños puestos de frutas a la orilla del camino y niños saludando al pasar. Pasé la tarde junto a la piscina del Ilboru Safari Lodge, escuchando el canto de los pájaros y dejando que el cansancio del viaje se disipara. Si te animas, puedes pasear por el pueblo o incluso visitar el Museo de la Declaración de Arusha; siempre hay algo interesante en estas calles.
La mañana siguiente comenzó temprano con una taza fuerte de café tanzano antes de partir hacia el Parque Nacional Serengeti. La carretera serpenteaba por las tierras altas de Ngorongoro, con parches de niebla aún aferrados a los árboles. Hicimos una parada en una aldea masái (totalmente opcional, pero sinceramente vale la pena). Los ancianos nos mostraron sus hogares tradicionales y nos explicaron cómo conviven con su ganado. Los niños asomaban tímidos desde detrás de las faldas de sus madres, y yo intenté seguir el ritmo de uno de sus bailes (no fue mi mejor momento). Al mediodía, llegamos al Serengeti Norte. Nuestro guía conocía cada curva de esos caminos polvorientos y nos señaló jirafas mordisqueando hojas de acacia antes de llegar al campamento.
Si alguna vez te has preguntado cómo es ver a miles de ñus reunidos junto al río Mara, aquí tienes la respuesta: caos y expectación al mismo tiempo. Nos estacionamos cerca de una curva donde los cocodrilos acechaban justo bajo la superficie. Durante horas, las manadas se acercaban al agua para luego alejarse sin razón aparente. Nuestro guía dijo que ni él podía predecir cuándo cruzarían; es algo que simplemente hay que esperar. El aire estaba cargado de polvo y ese olor salvaje a animales que solo se siente en un safari.
Movernos entre el Serengeti Norte y el Central fue como entrar en otro mundo: llanuras abiertas que se extienden hasta el infinito, salpicadas de cebras y, a veces, un elefante solitario caminando lentamente. Aquí teníamos cierta flexibilidad: quedarnos en el norte para más acción de la migración o dirigirnos al sur para descubrir nuevos paisajes. El almuerzo solía ser tipo picnic bajo un árbol raquítico; no hay nada como comer mientras ves pasar a los facóqueros trotando.
El Cráter de Ngorongoro es otra historia: un enorme cuenco rebosante de vida. La niebla matutina le daba un aire misterioso mientras descendíamos por esas carreteras serpenteantes hacia el cráter (unos 600 metros hacia abajo). En minutos vimos rinocerontes negros pastando cerca de manadas de búfalos, leones descansando en parches de sol y flamencos agrupados en lagunas poco profundas. Nuestro guía nos soltaba datos sobre cada animal; parecía conocer también el canto de cada ave. Tras horas explorando este paraíso natural, regresamos a Arusha para pasar una última noche en Ilboru Safari Lodge antes de tomar nuestro vuelo de regreso.
¡Sí! Los niños son bienvenidos, solo ten en cuenta que los bebés deben ir en el regazo de un adulto durante los traslados y safaris.
Por supuesto, es una parada opcional en las tierras altas de Ngorongoro donde podrás conocer a familias masáis y aprender de sus tradiciones de primera mano.
Te alojarás en cómodos lodges de safari en Arusha y campamentos con tiendas dentro del Parque Nacional Serengeti, con camas acogedoras y todas las comodidades básicas rodeado de naturaleza.
Sí, todos los traslados de llegada y salida desde el aeropuerto están incluidos para tu comodidad.
Tu traslado de llegada desde el aeropuerto de Kilimanjaro o Arusha está cubierto, además de todas las tarifas de parques y alojamiento confortable según el itinerario. También están organizados los traslados entre ubicaciones: solo tienes que presentarte listo para la aventura.
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