Si quieres entender de verdad la comida tailandesa—no solo comerla—esta clase en Phuket vale cada minuto. Harás la compra en un mercado real, probarás bocados locales y aprenderás de forma práctica con alguien que sabe del tema a fondo. Además, ¡te comes todo lo que prepares!
El día comenzó con el suave zumbido de las scooters y el aroma a hierba limón flotando en el aire mientras nos encontrábamos frente a nuestro hotel. Nuestro guía—Tony, que ha cocinado desde Bangkok hasta California—nos recibió con una sonrisa y un rápido resumen de lo que nos esperaba. Subimos a una furgoneta con aire acondicionado (un alivio, porque las mañanas en Phuket se ponen pegajosas rápido) y nos dirigimos directamente al mercado local de productos frescos.
Nunca había visto tantos colores juntos en un solo lugar. Los vendedores llamaban en tailandés, cortando frutas de jackfruit o repartiendo muestras de arroz dulce pegajoso envuelto en hojas de plátano. Tony señaló hojas de lima kaffir y pequeños chiles picantes, explicando cuáles van mejor en la sopa Tom Yum y cuáles en el curry verde. Incluso nos insistió en probar unos panqueques fritos de coco en un puesto escondido detrás de los vendedores de flores—honestamente, podría haberme quedado allí picoteando toda la mañana.
De vuelta en la cocina, nos acomodamos con altos vasos de té helado de hierbas y un plato de rollitos de primavera crujientes. Cada persona tenía su propia estación de cocina (aquí no se pelea por la espátula), además de un programa impreso para no olvidar qué va en cada paso. Tony nos guió en cada detalle—cómo machacar la hierba limón justo para la sopa Tom Kha, cómo equilibrar la salsa de pescado y el azúcar de palma para el Pad Thai. ¿Lo mejor? Puedes elegir tus propios platos del menú, así que todos terminan preparando algo que realmente quieren comer.
Al mediodía, la cocina olía a leche de coco y ajo tostado. Nos reíamos de nuestros intentos por enrollar rollitos perfectos (los míos parecían más almohaditas que puros), pero Tony simplemente se encogió de hombros y dijo que lo importante es el sabor. Al sentarnos juntos al final, probando los currys de los demás y compartiendo anécdotas de recetas fallidas en casa—se sentía menos como una clase y más como un almuerzo dominical con amigos.
¡Para nada! La clase es apta para principiantes y Tony explica todo paso a paso. Recibirás mucha ayuda si la necesitas.
¡Sí! Escoges un aperitivo o postre, una sopa, un curry y un salteado entre las opciones del menú.
Sí, tendrás bebidas de hierbas, té helado tailandés, agua o refrescos durante toda la sesión.
Puedes encontrarte en tu hotel o ir directamente a la escuela de cocina—el transporte está organizado en ambos casos.
Solo avisa a Tony con anticipación; él estará encantado de adaptar las recetas cuando sea posible.
Tu lugar incluye todos los ingredientes para cocinar, tu propia estación con equipo, bocados en el mercado (¡Tony se encarga de estos!), además de bebidas como té de hierbas o refrescos durante la clase. También está incluido el transporte con aire acondicionado.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?