Recorrerás las calles más coloridas de Ciudad del Cabo, conducirás por carreteras costeras impresionantes, conocerás de cerca a los pingüinos en Boulders Beach y sentirás la fuerza salvaje de Cape Point — todo con un guía local que conoce cada atajo y cada historia que vale la pena escuchar.
Empezamos la mañana en Bo-Kaap, un barrio donde las casas brillan con todos los colores que puedas imaginar: turquesa, rosa, amarillo limón. El aire tenía ese leve aroma a especias que vienen de las cocinas cercanas, y nuestro guía, Sipho, nos contó historias sobre los orígenes del barrio y cómo los vecinos pintan sus casas antes del Eid. Tomé una foto de una casa azul con un gato tomando el sol en la puerta — parecía algo que solo verías aquí.
Luego seguimos por la carretera de Chapman’s Peak. Si nunca has ido, es difícil explicar cómo la ruta se aferra a esos acantilados sobre el mar. Bajamos las ventanas; se escuchaban las gaviotas y se sentía el viento salado del Atlántico. Hay miradores para fotos — Sipho sabía exactamente dónde parar para que viéramos a los surfistas flotando en Hout Bay abajo. En Noordhoek vimos caballos pastando cerca de la carretera y compramos pan fresco en un puesto a la orilla.
Cape Point se siente salvaje y abierto — el viento soplaba fuerte mientras subíamos al faro antiguo. Desde ahí tienes vistas donde el océano se une con el cielo y el fynbos cubre las laderas. Sipho nos señaló flores diminutas que yo no habría notado. Incluso vimos un grupo de babuinos rebuscando entre restos de picnic (¡cuida tus snacks!).
Boulders Beach fue mi parte favorita — pingüinos africanos por todos lados, caminando torpemente entre las rocas de granito o simplemente parados con cara de gruñones pero adorables. El paseo de madera te acerca sin molestarlos. Hay un aroma suave y salino en el aire y niños riendo mientras intentan encontrar pingüinos bebés escondidos bajo los arbustos.
Si el tráfico ayuda en el regreso, hay tiempo para pasar por Muizenberg — una larga playa con esas famosas casetas de colores. Los surfistas estaban en el agua a pesar del viento; el agua aquí es más cálida que en la ciudad, así que algunos también nadaban. Tomamos un café en un local llamado “Empire Café” — nada lujoso pero justo lo que necesitábamos después de un día completo.
¡Por supuesto! El tour es flexible y puede adaptarse para cochecitos o sillas de bebé. Si hace falta, hay asientos para bebés disponibles.
Tu guía ajusta el tiempo según tus intereses — no hay prisa a menos que quieras seguir avanzando.
¡Claro! Este tour privado te permite personalizar la ruta sobre la marcha — solo habla con tu guía sobre lo que más te interesa.
El peaje de Chapman’s Peak está incluido; las entradas a lugares como Boulders Beach o Cape Point no están incluidas, pero tu guía te ayudará a comprar los tickets en el momento.
Tu día incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado, agua embotellada para mantenerte hidratado, tiempo extra para fotos cuando quieras y todos los peajes de Chapman’s Peak cubiertos. Solo trae tu curiosidad — y quizá una chaqueta para el viento del Cabo.
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