Te recibirán justo en el aeropuerto Otopeni con tu conductor privado y te llevarán directo a Bucarest con todas las comodidades — aire acondicionado, WiFi y esos pequeños detalles que hacen la diferencia tras un vuelo largo. Durante el trayecto recibirás consejos locales y quizás alguna que otra sonrisa — un comienzo fácil que recordarás mucho tiempo después del viaje.
“No te preocupes, te veré antes de que tú me veas a mí,” sonrió nuestro conductor, sosteniendo un cartel con mi nombre justo afuera del mostrador de información en llegadas del aeropuerto Henri Coandă. Tenía razón — apenas había pasado aduanas cuando lo vi saludando, relajado pero atento al mismo tiempo. Hay algo especial en ese primer instante en un país nuevo — la mezcla de olores del aeropuerto (café, perfume cansado, algo frito), el murmullo en rumano, todos buscando a su transporte. Fue un alivio no tener que pensar demasiado después del vuelo.
El coche estaba fresco por dentro — la verdad, no me di cuenta de cuánto lo necesitaba hasta que salimos de Otopeni y la ciudad empezó a pasar frente a la ventana. Nuestro conductor (se llamaba Marius) me contó sobre los barrios de Bucarest mientras conducía; señalaba dónde los bloques comunistas antiguos daban paso a edificios modernos de cristal. Incluso me dio algunos consejos para comer de noche (“mici — tienes que probarlos, pero mejor no preguntes qué llevan”). El WiFi funcionaba bien; aproveché para mandar mensajes mientras Marius navegaba el tráfico como si lo hiciera desde siempre.
Fui notando pequeños detalles — como cuando Marius bajó la velocidad cerca de un grupo de niños cruzando sin que nadie se lo pidiera, o cómo se rió cuando intenté pronunciar “Bulevardul Unirii” (lo hice fatal). El traslado privado desde Otopeni a Bucarest duró unos 30 minutos, ¿quizá? Difícil de decir con exactitud; el tiempo se siente distinto después de viajar. Cuando llegamos a mi hotel, me ayudó con la maleta y me deseó “bun venit.” Eso me quedó grabado más de lo que esperaba.
Tu conductor te esperará junto al mostrador de información en llegadas, en la planta principal, con un cartel con tu nombre.
Sí, el vehículo privado cuenta con WiFi para que puedas conectarte durante el traslado desde Otopeni a Bucarest.
El trayecto suele durar alrededor de 30 minutos, dependiendo del tráfico.
Se pueden solicitar sillas especiales para bebés y los animales de servicio están permitidos en este traslado.
Sí, este servicio es adecuado para personas con cualquier nivel de movilidad física.
Tu reserva incluye traslado privado de ida desde el aeropuerto Otopeni hasta tu destino en Bucarest con recogida en llegadas, vehículo con aire acondicionado y WiFi, gasolina y estacionamiento cubiertos por el conductor local, además de ayuda con las maletas si la necesitas.
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