Remarás por los túneles de manglares de Fajardo al atardecer con un grupo pequeño y un biólogo marino que conoce cada rincón de Laguna Grande. Prepárate para mojarte (y reírte de ti mismo), ver cómo tus manos se iluminan con bioluminiscencia y escuchar historias sobre la fauna local. Esa sensación te acompaña mucho después de secarte.
Ya estábamos medio empapados antes de salir de Kayak Village en Fajardo—alguien (sí, yo) logró salpicar agua por todos lados durante la clase de “Kayak 101”. Nuestro guía, Javier, solo sonrió y me entregó un chaleco salvavidas con un silbato enganchado. Es biólogo marino—lo mencionó al instante, pero sin presumir—y de alguna forma hasta la charla de seguridad resultó interesante. El sol se escondía rápido detrás de los manglares mientras partíamos en nuestros kayaks dobles, todos chocando palas y riendo nerviosos pensando quién nos iba a llevar directo a los árboles.
El canal parecía otro mundo una vez dentro. Se oían ranas y algo parecido a música lejana de otro grupo. Estaba más oscuro de lo que esperaba—Javier nos había avisado—pero eso hizo que la primera chispa de bioluminiscencia se sintiera como un secreto especial. Nos detuvo bajo las ramas bajas y nos dijo que moviéramos las manos en el agua. Al principio pensé que bromeaba, pero luego pequeñas luces azules brillaron alrededor de mis dedos—estrellas diminutas solo para nosotros. El aire olía a sal y tierra, probablemente por todo ese sargazo que explicó (no es mi aroma favorito, la verdad). Pero es parte del encanto.
Pensaba que me daría miedo la oscuridad, pero en realidad fue bastante tranquilo—solo el sonido de las palas y susurros de “wow” cada vez que alguien iluminaba la laguna con la mano. Javier respondió todas las preguntas locas que le hicimos (alguien preguntó si se podía embotellar ese brillo—se rió y dijo que la naturaleza no funciona así). De regreso, me di cuenta de que tenía los brazos cansados, pero no me importaba; sentía una felicidad rara que no sé explicar. A veces todavía recuerdo esas chispas azules cuando lavo los platos en casa.
Si nunca has remado, elige el tour al atardecer más temprano para aprovechar más luz—es ideal si estás nervioso o viajas con niños.
Incluye kayak doble, equipo de seguridad, respaldos, chalecos salvavidas con silbatos, guías biólogos marinos profesionales, snacks, agua, repelente y una breve clase antes de comenzar.
La experiencia dura unas 2 horas, dependiendo del clima.
La edad mínima es 6 años; el peso máximo es 110 kg por persona (estrictamente controlado).
El punto de partida es Kayak Village en Fajardo, Puerto Rico.
Sí, seguro que te mojas. Lleva ropa extra y una toalla para después.
No, todos los kayaks son dobles; si viajas solo, te asignarán pareja.
No, por seguridad no se permite la participación de embarazadas en este tour.
Tu noche incluye todo el equipo de seguridad necesario (chalecos con silbatos, respaldos), kayak doble, snacks y agua durante el recorrido, repelente para que estés cómodo en los manglares y la guía de un biólogo marino certificado que te acompaña en la clase previa y durante toda la aventura en Laguna Grande.
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