Degustarás los platos tradicionales de Porto — desde buñuelos de bacalao hasta cremosos pasteles de nata — mientras escuchas las historias de un guía local que conoce cada atajo y rincón secreto. Prepárate para risas compartiendo platos, mucho vino y esos pequeños momentos que te hacen sentir parte de la ciudad por una tarde.
Lo primero que recuerdo es a Ana llamándonos desde fuera de una panadería cerca de São Bento — tenía esa manera tan natural de hacerte sentir como si la conocieras de toda la vida. “Prueba esto”, me dijo, entregándome un pastel de nata aún calentito. La capa superior estaba caramelizada a la perfección y el aroma me abrió el apetito (había saltado el desayuno a propósito). Allí estábamos, en la acera, con azúcar glas en los dedos, mientras Ana nos contaba cómo su abuela los hacía en casa en Vila Nova de Gaia. Alguien del grupo intentó decir “obrigado” y salió todo torcido — nos reímos tanto que el panadero asomó la cabeza para ver qué pasaba.
Recorrimos las calles antiguas de Porto, parando de vez en cuando para probar un bocado o un sorbo — buñuelos de bacalao en una taberna diminuta con las paredes cubiertas de azulejos, luego una copa de vino verde que casi hacía cosquillas en la lengua. Nuestra guía nos explicó por qué aquí todo el mundo está obsesionado con el bacalao, aunque no nade cerca de Portugal. No esperaba engancharme tanto a la historia detrás de cada plato; resulta que hay cientos de formas de preparar bacalao y cada familia defiende la suya como la mejor. En un momento, alguien preguntó si íbamos a llenarnos — Ana solo sonrió y dijo, “Confía en mí”.
Fui fijándome en pequeños detalles: el tintinear de las tazas detrás del mostrador, los viejos jugando a las cartas junto a la ventana, ese olor salado cerca del río cuando cruzamos hacia otro lugar de degustación. Hubo un instante en que todos nos quedamos en silencio probando un bocadillo de cerdo cocinado a fuego lento — no porque alguien nos lo pidiera, sino porque estaba realmente delicioso. A veces aún recuerdo ese bocado cuando me entra hambre a altas horas de la noche en casa.
El tour dura aproximadamente 4 horas.
Sí, las bebidas de un menú seleccionado están incluidas con las degustaciones.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para silla de ruedas.
No, ven con hambre. El tour reemplaza dos comidas principales.
No hay recogida en hotel; el punto de encuentro es céntrico en Porto.
No está especificado; contacta con el proveedor para necesidades dietéticas.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o silla de paseo.
Probarás platos tradicionales portugueses como buñuelos de bacalao y pasteles típicos.
Tu tarde incluye todas las degustaciones de comida tradicional portuguesa en varios restaurantes locales, bebidas de un menú preestablecido (incluidos vinos regionales), además de historias y datos curiosos de tu guía experto durante cada parada por el centro histórico de Porto.
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