Siente la potencia del buggy subiendo caminos de piedra cerca de Porto, explora las impresionantes ruinas romanas de Castro Mozinho con las historias de tu guía y pasea por las callejuelas de pizarra de Quintandona, donde los vecinos aún saludan al pasar. Incluye recogida y equipamiento: prepárate para ensuciarte, disfrutar de vistas increíbles y echarte unas risas.
Lo primero que me llamó la atención fue el ruido: ese rugido grave y áspero cuando arrancamos el buggy a las afueras de Porto. Nuestro guía, João, sonreía mientras me pasaba unas gafas enormes (parecía un bicho, no te voy a mentir). El aire olía a eucalipto y tierra mojada. Salimos disparados, dejando una nube de polvo atrás, y enseguida supe que este no era el tipo de camino para el coche de tu madre. Cada bache me arrancaba una carcajada —o quizá eran los nervios.
Fuimos zigzagueando por el Parque Natural das Serras do Porto, subiendo cada vez más hasta que la ciudad quedó atrás. João no paraba de señalar detalles: flores silvestres asomando entre las piedras, un halcón dando vueltas en lo alto. Al llegar a Castro Mozinho, nos contó que es el castro romano más grande de toda la península ibérica. Intenté imaginar cómo sería la vida aquí hace siglos, con el viento soplando fuerte. Las piedras estaban frías al tacto; solo se oía el silencio, roto de vez en cuando por alguna risa lejana desde el valle.
Después llegamos a Quintandona. Es un pueblito donde todas las casas están hechas de pizarra, con piedras oscuras apiladas de forma irregular. Una señora mayor nos saludó desde su puerta al pasar (ni se inmutó por los turistas llenos de barro). João bromeó sobre las eternas discusiones entre vecinos para ver quién hace la mejor broa. No llegué a probarla, pero para la próxima… ya sabes cómo es esto.
No dejo de pensar en ese momento en la cima —las manos llenas de polvo del volante, el sol colándose entre las nubes sobre Penafiel. Si buscas una escapada desde Porto auténtica, diferente y con buena dosis de adrenalina, este tour en buggy es otra historia.
El tour dura unas 3 horas e incluye paradas en las ruinas de Castro Mozinho y en el pueblo de Quintandona.
Sí, la recogida y regreso en Porto o Gaia están disponibles como opción.
Necesitas un carnet de conducir válido si quieres ponerte al volante de uno de los buggies 4x4.
Usa ropa cómoda; si llueve te dan trajes impermeables y siempre incluyen gafas protectoras.
No, durante el tour no se incluyen comidas ni snacks.
La ruta en buggy es apta para todos los niveles físicos, pero no se recomienda a embarazadas ni personas con lesiones de espalda.
El contenido de referencia no indica límite de edad; consulta con el operador para saber si pueden ir niños.
Durante la aventura visitarás las ruinas romanas de Castro Mozinho y el pueblo de Quintandona.
Tu día incluye gafas protectoras para el polvo, trajes impermeables si llueve, guía local profesional durante todo el recorrido y una charla de seguridad antes de conducir tu propio buggy 4x4 (dos plazas por vehículo). Puedes solicitar recogida y regreso en Porto o Gaia, así no tienes que preocuparte por volver a casa lleno de barro.
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