Camina por los muros del castillo en Guimarães, prueba vinho verde en un almuerzo en Braga, sube las famosas escaleras de Bom Jesus con tu guía y explora las plazas medievales a tu ritmo. Ríe en la comida, escucha ecos en catedrales antiguas y descubre pequeñas sorpresas en cada esquina.
No esperaba que Guimarães oliera a piedra antigua y pasteles recién hechos al mismo tiempo, pero fue lo primero que me llamó la atención. Nuestra guía, Marta, ya bromeaba con nosotros antes de salir de Porto (llamó a nuestra furgoneta “la máquina del tiempo”, lo que relajó a todos). El camino hacia el norte fue un desfile de colinas suaves y pueblos diminutos que pasaban rápido. Al llegar al Castillo de Guimarães, el aire se sentía más fresco dentro de esos muros gruesos. Marta nos contó que aquí nació el rey Afonso Henriques, aunque yo estaba más distraído tocando las piedras cubiertas de musgo, que son más rugosas de lo que parecen en las fotos.
El almuerzo llegó justo cuando el hambre empezaba a asomarse tras tanto caminar. Paramos en un sitio local en Braga, sencillo pero lleno de risas y brindis. El vinho verde sabía más ligero que cualquier vino blanco que haya probado en casa, casi con burbujas. Alguien intentó pedir otra ración en portugués y el camarero solo sonrió y trajo más pan. Todavía recuerdo esa sopa; sencilla pero perfecta después de la llovizna de la mañana.
Braga me sorprendió — es más tranquila que Porto pero tiene un aire más antiguo. En la catedral, se escuchan tus pasos resonar. Marta señaló tallas que habría pasado por alto; ella creció cerca y conoce cada historia pequeña. Subir a Bom Jesus do Monte fue todo un reto (esas escaleras barrocas no son broma), pero las vistas de la ciudad valen la pena. Había familias haciendo picnic en el césped y niños jugando a dejar caer hojas por las fuentes — me dieron ganas de haber traído mi cuaderno para dibujar.
Tuvimos tiempo libre en la plaza vieja de Guimarães antes de regresar. Paseé entre casas con azulejos y vi a un anciano alimentar palomas cerca del Largo da Oliveira. Es uno de esos lugares donde te gustaría quedarte más tiempo del que tienes — tal vez la próxima vez.
El tour dura todo el día, con recogida en Porto y regreso por la tarde.
Sí, incluye un almuerzo tradicional con bebidas durante el recorrido.
Sí, las entradas a ambos lugares están cubiertas con la reserva.
No, se incluye recogida y regreso a la mayoría de hoteles céntricos.
Sí, se pueden pedir comidas vegetarianas al hacer la reserva.
Sí, los niños son bienvenidos acompañados por un adulto; hay asientos para bebés.
Tendrás tiempo libre en el centro histórico de Guimarães durante el tour.
El guía puede ser multilingüe según las necesidades del grupo.
Tu día incluye recogida en la mayoría de hoteles céntricos de Porto, transporte cómodo en minivan con agua embotellada sostenible, entradas para la Catedral de Braga y el Castillo de Guimarães, almuerzo tradicional con especialidades regionales y vino Vinho Verde (opción vegetariana disponible), guía local experto durante todo el recorrido y regreso a dos puntos céntricos en Porto al final del día.
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