Sube a un yate familiar en Porto para un crucero privado por el río Duero, pasando bajo seis puentes famosos mientras disfrutas de vino regional y tablas de quesos y jamón. Con historias del patrón local y vistas a las coloridas fachadas de la Ribeira, este tour es relajado y personal — ideal para quienes quieren ver Porto desde otra perspectiva.
Subimos al Sunseeker en la Marina do Freixo justo cuando el río se bañaba en esa luz dorada de la tarde — esa que hace que todo parezca suspendido en el tiempo. Tiago, nuestro patrón (y experto en arreglar barcos, según nos contó), nos ofreció copitas de oporto antes incluso de sentarnos. Recuerdo que mi amiga Ana casi se tropieza con sus propios pies, fascinada con el flybridge. La cubierta olía a barniz y a algo cítrico, quizás colonia de alguien o simplemente el aire del río.
Mientras avanzábamos, Tiago señaló el Puente Dom Luis y nos contó que su padre solía pescar justo debajo, cuando había menos turistas y más sardinas. Pasamos bajo seis puentes en total — cada uno con su historia, algunas grandiosas, otras más sencillas y prácticas. No esperaba interesarme por los puentes, pero hay algo en ver Porto desde el agua que te hace fijarte en esos arcos de hierro y piedras antiguas. La ciudad se ve diferente desde aquí; hasta los edificios pastel de la Ribeira parecen más suaves.
El plato de quesos apareció cerca del Puente de Arrábida — lonchas de jamón curado que se rizan al sol, queso desmenuzable que dejaba sal en mis dedos. También había vino espumoso (creo que de alguna zona cerca de Amarante), tan frío que me dolían un poco los dientes. Alguien puso música en el altavoz Bluetooth, pero sobre todo escuchábamos el agua golpeando el casco y los pequeños botes de pesca zigzagueando a nuestro paso. En un momento intenté decir “obrigado” bien y Tiago se rió — al parecer, mi acento es imposible.
Todo el crucero privado fue relajado y cercano, como visitar el patio trasero de alguien, pero en este caso ese patio son 20 km de río lleno de historia y azulejos de colores. Giramos de vuelta cerca de donde el Duero se encuentra con el Atlántico — se olía la sal mezclada con algo verde de más arriba. El sol ya estaba bajo y todo se volvió más tranquilo por un rato. A veces todavía recuerdo esa vista cuando escucho gaviotas en casa.
El crucero comienza en la Marina do Freixo, en Porto.
Incluye vino espumoso, oporto de bienvenida y una tabla de quesos y embutidos con productos regionales.
Se pasa bajo seis puentes a lo largo del río Duero durante el crucero.
Sí, es ideal para familias, grupos de amigos o parejas.
Sí, se permiten animales de servicio en este tour.
Sí, hay opciones de transporte público cerca.
La ruta cubre unos 20 kilómetros a lo largo del río Duero.
Hay un altavoz Bluetooth para que puedas poner tu propia música durante el crucero.
Tu día incluye embarque en Marina do Freixo con recogida si la necesitas, una copa de oporto de bienvenida mientras te acomodas en la cubierta, vino espumoso acompañado de una tabla de quesos y embutidos con sabores regionales, y el uso de un altavoz Bluetooth para música mientras navegas bajo los puentes icónicos de Porto antes de regresar al puerto.
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