En pleno centro de Porto, te ensuciarás las manos y aprenderás cada paso para hacer pastel de nata desde cero — incluida la masa — con expertos que te guían (y sirven vino local). Ríe entre harina y escucha historias sobre tradiciones portuguesas antes de probar tus propios pasteles recién horneados.
Lo primero que me llamó la atención fue el ruido de los cuencos y ese aroma dulce y cálido — mantequilla y azúcar derritiéndose juntos, ¿sabes? Apenas entramos en la cocina cerca de la estación de São Bento, nuestra anfitriona, Joana, sonrió y me entregó un delantal. Éramos diez alrededor de la mesa grande, todos un poco tímidos al principio, pero Joana rompió el hielo sirviendo vinho verde y contándonos cómo su abuela solía juzgar a un pastelero por el sonido que hacía su masa. (Al parecer, debe “cantar” al morderlo — aún no sé si el mío lo hizo.)
Nos turnamos para estirar la masa tan fina que casi se podía ver a través de ella. Mis manos se pegaron y la harina cubrió mis mangas — a nadie pareció importarle. La charla saltaba entre inglés, francés y un poco de portugués (intenté decir “canela” para canela; Joana se rió de mi acento). El horno siseaba suavemente mientras alguien preguntaba sobre la historia del pastel de nata. Joana explicó que los monjes los inventaron hace siglos para aprovechar las yemas de huevo sobrantes — algo sobre que antes usaban las claras para el almidón de la ropa. Es curioso lo que se queda en la memoria.
Cuando por fin salieron los pasteles dorados y calientes, nos juntamos para ese primer bocado. Corteza crujiente, centro cremoso, justo la cantidad de canela encima — honestamente, no esperaba que supieran tan diferente a los que había probado en cafeterías. ¿Quizás porque los hicimos nosotros mismos? ¿O tal vez por estar ahí con desconocidos que al final parecían amigos? Todavía recuerdo ese olor cada vez que paso por una pastelería.
El taller se lleva a cabo en dos ubicaciones céntricas: una cerca de la estación de tren São Bento y Ribeira, y otra próxima al Jardim do Morro y las bodegas de vino de Oporto.
No, solo pueden participar adultos. Niños menores de 15 años no están permitidos; los de 15 a 17 deben ir acompañados por un adulto.
La clase incluye todos los ingredientes para preparar pastel de nata desde cero, además de vino local, café o té durante la experiencia.
No, por razones logísticas no se permite la entrada una vez que el taller ha comenzado.
Es un taller grupal para hasta 12 personas. Si prefieres, hay clases privadas disponibles.
No, este taller no es apto para personas con intolerancia al gluten o a la lactosa.
No hace falta experiencia; los anfitriones guían a todos paso a paso.
Tu tarde incluye todos los ingredientes para hacer pastel de nata desde cero y la guía experta en una cocina céntrica de Porto. Disfrutarás vino regional mientras horneas y terminarás con pasteles recién hechos junto a café o té antes de salir a seguir explorando la ciudad.
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